Este año, la Provincia deberá destinar más del 30% de lo recaudado en concepto de impuestos al pago de los servicios de la deuda. ¿Cómo fue la evolución del endeudamiento desde el 2015? ¿Qué va a pasar en 2020?
elpaisdigital.com.ar // Lunes 05 de agosto de 2019 | 16:10
(Por Guillermo Hang y Santiago López Osornio) Esta semana, desde La Plata, se dieron a conocer las estadísticas oficiales de la deuda provincial: durante la gestión actual, la deuda creció unos $384.000 millones, desde $122.000 millones a $506.000 millones. Esto equivale a un aumento del 315%, mientras la recaudación tributaria de la provincia creció 167% y los salarios registrados 166%. Es decir, la deuda aumentó casi al doble de velocidad que dichas variables.
Según un informe de EcoAr, cuando se descuenta la inflación, la deuda pública registra un incremento del 42% real entre diciembre de 2015 y junio de 2019, mientras que los recursos tributarios cayeron más del 9%. Como resultado, la provincia es hoy mucho más frágil en términos financieros.
El 2019 será el tercer año consecutivo en que la Provincia deberá destinar más del 30% de lo recaudado en concepto de impuestos al pago de los servicios de la deuda. La proyección para este año supera el 37%. Esto significa que al igual que viene ocurriendo desde 2017, por cada 3 pesos recaudados, la provincia debería destinar más de 1 peso a atender los compromisos de la deuda.
Además, la gobernadora deja vencimientos a la próxima gestión por 435 mil millones de pesos -valuados al tipo de cambio actual- que representan más del 84% del stock de la deuda. El próximo gobernador contará con menor grado de libertad a la hora de destinar los escasos recursos propios para afrontar las múltiples demandas de una provincia que se encuentra en emergencia social y en infraestructura.
Durante la gestión Vidal, los servicios de la deuda se han incrementado en un 384%, mientras que la inflación fue del orden del 216%. Los vencimientos que deberá afrontar este año la provincia representan más de 100 veces el presupuesto del Ministerio de Producción, 6 veces el presupuesto de Infraestructura y Servicios Públicos; o casi 40 veces el presupuesto del Instituto de la Vivienda.
El informe indica que la relación deuda/recursos propios era 1 a 1 para 2015. En la gestión actual ese indicador aumentó a 1,6 incrementándose la fragilidad financiera. Esta situación junto a la pérdida de autonomía se derivan del proceso de endeudamiento acelerado entre 2016 y 2018. En total, durante la actual gestión, la provincia emitió nuevos bonos en dólares por un valor de USD 4.500 millones.
Mientras en diciembre de 2015 la deuda en moneda extranjera era el 58% del total (42% en pesos), hoy más del 77% de la deuda está denominada en divisas.
Al mismo tiempo se redujeron los compromisos con el Estado Nacional, desde el 35% al 5% actual, y aumentó fuertemente la deuda con el mercado, en especial la que se rige por leyes extranjeras.
El stock de bonos pasó de $68.252 millones de pesos en 2015 a $429.523 millones en 2018 lo que representa un incremento del 529%. La provincia es cada vez más dependiente de las condiciones de mercado, en especial del tipo de cambio y del riesgo país. Esto genera una situación de enorme vulnerabilidad, en un contexto de inestabilidad cambiaria y caída del producto bruto geográfico.
Desde el gobierno provincial se ha argumentado que el nivel de deuda recibido era muy superior debido a la deuda flotante existente en 2015, que podría definirse como “atraso a proveedores”. Sin embargo, analizando los datos disponibles, que solo llegan al 2017, este tipo de deuda se ha mantenido relativamente estable en torno al 4,5% de la ejecución presupuestaria. En valores constantes solo se ha registrado una reducción del 3,5%.
Durante la gestión Vidal, los servicios de la deuda se han incrementado en un 384% entre 2015 y 2019. Este año será el tercero consecutivo en que la Provincia deberá destinar más del 30% de lo recaudado en concepto de impuestos al pago de los servicios de la deuda. Cuando asumió Vidal sólo el 20% de los recursos tributarios se destinaban a tal fin. La proyección para 2019 supera el 37%. Esto significa que cada 3 pesos recaudados, la provincia debería destinar más de 1 peso a atender los compromisos de la deuda.
Los vencimientos que deberá afrontar el próximo gobierno representan el 84% del stock de deuda provincial ($435.000 millones). Mientras que para el 2015 la administración saliente dejaba a Vidal vencimientos por 62% del stock para los siguientes 4 años (75.000 millones).
El riesgo crediticio se puede evaluar principalmente analizando la evolución del nivel de deuda, su relación con la riqueza generada y la recaudación tributaria; la composición en términos de moneda, plazo, jurisdicción para litigar y tasas. En cada una de estas variables la provincia observa un deterioro y un marcado incremento de la vulnerabilidad. El próximo gobierno deberá agudizar el ingenio para afrontar pesados vencimientos, con la mirada puesta en la principal deuda que deja la gestión Cambiemos, la deuda social.
El informe completo, acá.