(Por Bibiana Gómez Cabrera) Cada año que pasa nos vamos enterando de más y más atrocidades cometidas por el Estado en complicidad con la iglesia, los militares, la oligarquía, los medios de comunicación y civiles.

Desde el regreso a la democracia el pueblo se moviliza exigiendo memoria verdad y justica.

La plaza de mayo es la cita donde convergen las y los argentinos cada 24 de marzo para decir #NuncaMás. Y esto se replica en todas y cada una de las plazas del amplio territorio.

Con el advenimiento de la democracia las políticas en DDHH han ido avanzando por el camino de la verdad y la justicia.

Los crímenes de lesa humanidad están siendo juzgados, los genocidas encarcelados. Se comprobó que fue un plan sistemático de apropiación de bebés, restituciones de la identidad de 148 de ellos.

Los pendientes: la pata civil, empresas involucradas, el rol de la iglesia y de los medios de comunicación.

Encontrar a más de trescientos nietos que aún falta identificar, a quienes les han cortado el lazo filiatorio de tres generaciones. Les robaron la identidad y su descendencia.

Se ha corrido el velo del espanto y como un libro de infinitas hojas en blanco se va inscribiendo la historia desde hace 42 años y vaya a saber cuántos más necesitemos para saber la verdad.

Este 24 de marzo de 2018 la plaza tuvo sus particularidades por primera vez participaron hijas e hijos de represores que formaron una agrupación “Historias Desobedientes”. Los une el espanto.

Un nuevo actor colectivo entra en escena, se aúnan a este clamor colectivo, se solidarizan, aportan datos, se desafilian del lazo parental.

Se suman a la plaza. Ya no están solos.

Santiago, Nahuel, Facundo, se hacen más presentes que nunca, al igual que Marielle Franco, Concejal brasilera…

La Plaza es la plaza del pueblo, del pueblo que irrumpe y se hace escuchar, se hace ver, hace cuerpo con otros, se fraterniza la plaza y en ese peregrinar colectivo se le pone resistencia a los atropellos del pasado y del presente.

Desde que asumió el nuevo gobierno hemos retrocedido a pasos agigantados. Nos quisieron sacar de la plaza, primero con represión, después con represión e infiltrados, un paso más, la destrozaron.

Cercada la plaza por reparación…

Se sacaron los pañuelos de las madres, símbolo reconocido mundialmente que representa la defensa de los derechos humanos, denuncia la barbarie, siempre basada en los pilares fundamentales de Memoria, Verdad y Justicia.

A esto se le resiste, se salen a pintar miles de pañuelos.

Mientras tanto fuera de la Plaza…

Quieren darle a los genocidas los privilegios de una prisión domiciliaria como si fuera un jubileo, como premio por haber desaparecido, torturado, violado, robado, bienes y bebés.

Al tiempo que encarcelan a políticos del anterior gobierno sin debido proceso. Aparece nuevamente en escena la figura del preso político.

“Ellos” borran nuevamente esos pañuelos en varios sitios y de distintas maneras, o simplemente impiden la pintada.

Los volvemos a pintar, pero ahí ya somos muchos, se viralizó la canallada, el: “si pasa, pasa”, no dio resultado, no pasó. Nunca Más.

Ganaron las calles y los pañuelos mientras se experiencia memoria. El hegemón anda diciendo que se politiza en nombre de los derechos humanos.

La Lucha también es por el sentido! Qué sentido se le da a la política, a cómo se la entiende y se la práctica. Para nosotres la política es una herramienta de trasformación social, con todes adentro, con distribución de los recursos económicos, cultuales, de las voces, de la diversidad en su sentido más amplio.

La Plaza el 24 de marzo, Día nacional de la Memoria, es con todos y todas adentro.

Allí se respira y experiencia democracia, libertad, solidaridad, alegría, emoción, convicción, duelo y dolor. Donde el encuentro con el otro cualquiera sea de esa multitud es de la calidez de un abrazo.

-Se marcha camina por el bien común, la patria es el otro.

-Memoria, Verdad y Justicia. Fueron 30.000.

- Las plazas andan diciendo.

- Ningún genocida suelto.

-Libertad de expresión.

- No a la doctrina Chocobar.

-Defensa de la Patria Grande, los pueblos originarios.

-Freno al modelo neoliberal, a los despidos y la precarización laboral.

- Aborto, legal seguro y gratuito.

Habló Hebe a 42 años del golpe: "Nuestros hijos dieron la vida por la patria"https://t.co/JlC6FX7iYR pic.twitter.com/BwEbAhiZSO

— En Orsai (@EnOrsai) 25 de marzo de 2018