Las calles del barrio Carabassa, al sur de Pilar, que se hizo célebre cuando María Eugenia Vidal y el entonces candidato a intendente Nicolás Ducoté las recorrieron durante la campaña electoral de 2015, están, dos años después, prácticamente iguales.

Asfalto no hay: sí el mismo barro, las zanjas colmadas, a pesar de que Pilar, como la Provincia, cambió de signo político y ahora es Gobernada por quienes ganaron a caballo de la promesa de obras. La instantánea es de este mediodía y fue tomada en la calle Los Ombúes, varias horas después de que terminara de llover. Entonces y ahora, era imposible caminar sin botas de lluvia. Las zanjas están colmadas y las obras, por ahora, no aparecen.

Hasta ahora, según reconstruyó INFOCIELO, Pilar únicamente ejecutó obras de limpieza en las márgenes del Río Luján, que se habían licitado durante el gobierno de Daniel Scioli. “Se eliminaron obstrucciones en el curso del río, pero no hubo ninguna gran obra de dragado”, confirmó una fuente de la oposición. Esto, sumado que el Luján, a diferencia de 2015, no tuvo una crecida de magnitud a lo largo de estos años, salvó hasta ahora a Ducoté de quedar aún más en offside.

El desapego por gestionar en los barrios periféricos ya le costó al alcalde PRO un pase de facturas de la oposición. A comienzos de año, la diputada Lucía Portos, del FPV, aseguró que “hace tiempo el municipio no realiza tareas de prevención en las zonas de riesgo en los barrios cercanos a ríos o arroyos como Río Luján, La Lomita, San Jorge, Los Tilos, El Manantial, Carabassa, Agustoni, entre otros”.

fuente: http://infocielo.com

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— En Orsai (@EnOrsai) 4 de septiembre de 2017