Primero intentó ser cauto con la política de Derechos Humanos, pero duró poco. En seis meses de Gobierno el macrismo dejó expuesta claramente su postura sobre la política respecto del genocidio perpetrado en Argentina entre 1976 y 1983. Mientras que funcionarios se reúnen en secreto con Cecilia Pando atacan la figura de las Madres de Plaza de Mayo.
Pep - Redacción En Orsai // Viernes 13 de mayo de 2016 | 08:17
Esta semana dejó en evidencia cuál es la perspectiva en la política de Derechos Humanos del Gobierno de Mauricio Macri. Mientras mantenía un discurso de continuidad respecto de las políticas del Gobierno pasada, los organismos denunciaron los frenos en los procesos en los que formaban parte.
Pero esta semana fue definitoria para clarificar desde donde se para el macrismo respecto el genocidio que asoló Argentina en la última dictadura.
Primero fueron las Abuelas de Plaza de Mayo que denunciaron en la cartera de Seguridad que encabeza Patricia Bullruich se desmanteló el área encargada de buscar los nietos apropiados. Un comunicado del organismo afirma que “se publicó en el Boletín Oficial la nueva estructura orgánica del Ministerio de Seguridad de la Nación, y allí pudimos constatar la desintegración de la Dirección de Derechos Humanos dependiente de la cartera ministerial. Este área ocupaba un rol muy importante en el relevamiento documental y en la producción de informes para asistir a las investigaciones judiciales por los crímenes de lesa humanidad”.
Luego fue la revelación del Diario Página 12 de la reunión secreta entre el Ministro de de Justicia, Germán Garavano, y la defensora de genocidas y apropiadores, Cecilia Pando. Pese a ser ratificada la reunión por ésta, reconoció que el mitin fue acordado que se mantenga en el más absoluto secreto.
También esta semana, el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, utilizó las redes sociales para atacar la figura de Hebe de Bonafini por su reunión con el Papa Francisco. A pesar de cuestionar también al sumo pontífice, el funcionario responsabilizó la integrante de las Madres de Plaza de Mayo como “agresiva y ofensiva”.
En pocos días, el Gobierno dejó clarificada su postura respecto de las políticas de memoria, de los juicios contra genocidas y del rol de las Madres de Plaza de Mayo.