En total, desde que el intendente de Escobar, Sandro Guzmán, en marzo, dijera adiós, ya son 13 los massistas en abandonar el barco del tigrense. La mayoría de ellos se fueron al Frente para la Victoria (FPV).

Esta fuga de massistas se inició cuando Massa comenzó a menguar en las encuestas y a la vez empezaron a aflorar diferencias y desinteligencias en el armado territorial del Frente Renovador, especialmente a nivel nacional.

A Guzmán, que decidió volver al kirchnerismo, lo siguió el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, que se pasó a las huestes del macrismo para buscar su reelección, colgado de la boleta presidencial de Mauricio Macri.

Sin embargo, el golpe más fuerte para el massismo fue la ida del ex intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi, hasta ese entonces mano derecha de Massa y precandidato a gobernador de Buenos Aires. Los acuerdos del tigrense con el diputado Francisco de Narváez desencadenaron la partida de Giustozzi.

Luego, se fueron del massismo el intendente de Merlo, Raúl Othacehé; el de Pilar, Humberto Zúccaro; y el de San Martín, Gabriel Katopodis, amigo íntimo de Massa. Los tres regresaron al kirchnerismo.

Massa también perdió durante este año a su armador político “estrella”, Juan José Álvarez, molesto por el escaso margen de maniobra que le asignaba en los últimos tiempos el líder de UNA (Unidos por una Nueva Alternativa). “Juanjo” se fue a las filas del sciolismo.

Carlos Oreste (intendente de Coronel Pringles), Raúl Feito (intendente de Trenque Lauquen), José Eseverri (intendente de Olavarría), el ex gobernador de Chubut, Marios Das Neves, y el diputado bonaerense, Mariano San Pedro son otros ejemplos de deserciones massistas.

Esta mañana, Massa reaccionó destemplado, luego de la deserción de Mónica López: “Cuanto más látigo y chequera use el Gobierno, más voy a pelear por la Argentina en la que viene. Yo no cambio mi sueño de país por más obstáculos que me quiera poner el Gobierno”.

"Se termina una etapa, y con el fin de esa etapa, se terminan los métodos que un día con un agente de inteligencia, y otro día con algún dirigente, creen que te pueden doblar la moral”, se quejó el diputado nacional.

Para desagrado de Massa, la sangría podría continuar: hace tres meses que no se sabe nada del diputado nacional Francisco de Narváez. Su ausencia empezó luego de que renunciara a su candidatura a gobernador bonaerense para -supuestamente- facilitar una alianza entre Massa y Macri, que finalmente no se concretó. ¿El Colorado será el próximo desertor?