Yo no sé si fueron los iraníes, ahora créanme que tengo muchas dudas. Que hice lo que tendrían que haber hecho el fiscal y el juez, ir a Irán

Luis D’elía, dirigente de la Federación Tierra, Vivienda y Hábitat y líder del Partido Miles, se tomó 50 minutos para arrojar varios conceptos de peso sobre la causa AMIA, y los verdaderos motivos de que la investigación sólo fuera orientada hacia Irán.

Abordó sus intrigas palaciegas con Alberto Fernández a quien dijo combatir “cuando era jefe de gabinete, no ahora” porque, según explicó, siempre lo vio como un funcionario al servicio de Estados Unidos e Israel que quería desarticular los lazos con países latinoamericanos.

“Yo dije que Alberto Fernández era lo peor de la derecha reaccionaria y fue frase del día en Clarín. Lo dije cuando era jefe de gabinete no ahora y de Massa dije que era un chupa medias, un lame botas de Israel y de Estados Unidos. Lo dije cuando era jefe de gabinete, no ahora. Porque a rebelde querido, no hay que ser con el diario del lunes, rebeldes hay que ser en tiempo y forma. Eso se paga caro en política”, dijo D´elía en su comunicación.

Sobre el tema agregó que, “dimos la batalle y le quebramos el brazo a los Alberto Fernández” que, según contó, querían la desunión latinoamericana y un alineamiento con Estados Unidos.

La causa AMIA, según el imperdible relato, servía para que George Bush declare la guerra a Irán y estimó que si Argentina se dejaba usar para ello, implicaría romper relaciones también con Venezuela y por ende con gran parte de los países de Latinoamérica.

Sobre las escuchas filtradas “casualmente” por la Justicia al programa de radio de Jorge Lanata, dijo que se trataba no de “diplomacia paralela” como señalaron en varios medios de comunicación, sino de “diplomacia de los pueblos”.

Así contó sobre varias reuniones internacionales, como cuando presentó a Néstor Kirchner y a Evo Morales (antes de que este último fuera presidente); de sus reuniones con Lula Da Silva, con Fidel Castro y hasta de dos reuniones con Mijaíl Gorbachov quien lo nombró miembro de su fundación y le encargó un informe sobre Latinoamérica.

En el mismo sentido, narró sus relaciones con Irán y contó que ese fue el motivo de su salida del gobierno nacional. Narró su visita a Teherán junto al padre Luis Farinello y a Mario Cafiero invitado por el gobierno de ese país.

También se refirió a cuestiones históricas de la Argentina y utilizó algunos insultos para ello. Se detuvo y aclaró: “Las peleas entre las formas y el fondo se las dejo a otros, no es mía. A mi me gusta siempre ir al fondo de las cosas”.

En un momento de alta emotividad en su discurso, D´elía contó cómo vivió los últimos meses y los agravios que debió tolerar su familia.

“Yo para millones de personas en este país, soy un hijo de puta, un ladrón, un coimero, no sé. Siempre acusaciones falsas, mentiras de todo tipo. Asesino me dijeron ahora. Mandaron a linchar a mi familia. Los medios hegemónicos al servicio del imperio y la oligarquía, ellos hacen que Luis D´elía sea una bosta. Pero porqué no le van a preguntar a los vecinos de mi barrio quien es Luis D´elía, a mis compañeros de la querida FTV, a los pobres de toda pobreza de nuestro país, a quienes hace mas de 30 años que le hemos entregado nuestra vida. A esos no les van a preguntar”, sentenció el líder del Partido Miles.

Además, D´elía agregó que, “siempre está la mentira. Yo no sé si fueron los iraníes, ahora créanme que tengo muchas dudas. Que hice lo que tendrían que haber hecho el fiscal y el juez, ir a Irán, hablar con las autoridades, hablar con los imputados. Qué les costaba hacer lo mismo que yo. Yo me juego por la verdad siempre, convenga o no convenga.  Por eso le llevamos esa carta, que firmó Pino Solanas, Alcira Argumedo, el padre Farinello, Nora Cortiñas, Osvaldo Bayer, Hebe de Bonafini entre muchos otros, donde decía ‘nosotros no vamos a permitir que el tema AMIA sea utilizado para atacar militarmente a un pueblo del que no sabemos sobre su culpabilidad’. Yo no digo dogmáticamente que los iraníes no fueron, pero les pido a todos que me den el beneficio de la duda”.

Ya en un plano mas político, el dirigente social dijo: “No soy un pelotudo, soy un tipo consciente de mi papel en la historia, y eso me pone feliz” y agregó, “me molieron de dolor muchos años. Yo nunca fui nada. En el kirchnerismo no soy nada, que se queden tranquilos, yo en el kirchnerismo no soy nada. A la presidenta, hablé dos o tres veces con ella. Yo soy nada en el kirchnerismo no se compren una película conmigo. Sólo soy un furioso defensor hasta el final de mis días de este proyecto nacional popular y democrático. Por este proyecto doy la vida.  Creo que en la Argentina se puede hacer política desde otro lugar que no sea el marketing forro de los 90, que se fijan en la facha de un tipo y no en lo que tiene en su corazón y en su cabeza”.