(Por Osvaldo Peralta) El anuncio se produce en medio de una recesión que ha golpeado duramente a la industria y la construcción, dos sectores que han mostrado leves signos de recuperación pero que siguen enfrentando dificultades significativas. Las plantas de Villa Constitución, Rosario y San Nicolás serán las principales afectadas, mientras que las instalaciones en La Tablada y Villa Mercedes permanecen bajo evaluación para posibles paradas futuras. Esta decisión marca la segunda suspensión importante de operaciones de Acindar en lo que va del año, habiendo detenido todas sus plantas en marzo por un mes debido a una caída del 44% en las ventas.

El impacto de estas suspensiones no se limita solo a la producción de acero, sino que afecta a una amplia red de industrias que dependen de Acindar como proveedor principal, incluyendo la construcción y la fabricación de electrodomésticos y autopartes. La Cámara Argentina del Acero ha reportado una caída interanual del 26,3% en la producción de acero crudo, un dato que subraya la gravedad de la situación. A pesar de un aumento del 31% en la producción comparado con marzo, los números siguen siendo desalentadores, con una caída del 29,9% en la producción de laminados.

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) ha manifestado su preocupación por el impacto en los trabajadores, quienes enfrentarán suspensiones con salarios reducidos. El secretario general de la UOM en Villa Constitución, Pablo González, ha alertado sobre la posibilidad de que la empresa implemente planes de retiro voluntario, un movimiento que podría agravar aún más la situación laboral en la región. Además, la UOM se prepara para un plan de lucha ante la perspectiva de despidos y reducción de salarios.

El informe de mayo de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) no ofrece un panorama más alentador. La producción metalúrgica registró una caída del 17,6% en términos interanuales y una disminución mensual del 0,7%. La utilización de la capacidad instalada también ha caído significativamente, situándose un 13,1% por debajo del mismo mes del año anterior. Las empresas proveedoras de la cadena de valor de la construcción, consumo final y automotriz han sido las más afectadas, con disminuciones de hasta el 26%.

La situación en Santa Fe es particularmente alarmante. La producción en esta provincia ha disminuido más intensamente que en el resto del país, con caídas pronunciadas en sectores como bienes de capital y autopartes. En contraste, la maquinaria agrícola ha mostrado una relativa resistencia a la crisis. Este escenario ha llevado a la UOM a prever un conflicto gremial inminente si no se alcanzan acuerdos satisfactorios en las negociaciones paritarias, que aún están pendientes para los meses finales de 2023 y todo 2024.

Las medidas tomadas por Acindar, aunque justificadas por la empresa como necesarias para ajustar los niveles de producción a la demanda actual, no han hecho más que exacerbar la tensión en el sector. La suspensión de operaciones en Villa Constitución, la planta más grande de la compañía, afecta gravemente la producción nacional de acero. La decisión de detener los trenes laminadores y la planta de alambre, junto con la paralización de la acería, evidencia la profundidad de la crisis que enfrenta la industria siderúrgica.

En este contexto, la demanda de acero no muestra signos de recuperación. La Cámara Argentina del Acero ha señalado que, excepto por el sector energético, la mayoría de los sectores industriales no han mostrado señales de mejora. La construcción, que esperaba un repunte con la sanción del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), sigue estancada. La caída del consumo ha golpeado duramente a la línea blanca y la estabilidad relativa en los sectores automotor y de envases no ha sido suficiente para compensar las pérdidas.

El panorama económico nacional no ofrece mucho consuelo. Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) indican una caída del 32% en la actividad de la construcción para el primer cuatrimestre de 2024 en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este declive en la construcción, un sector crucial para la demanda de acero, agrava aún más la situación para empresas como Acindar.

El anuncio de Acindar y la respuesta del gremio metalúrgico destacan la urgencia de medidas gubernamentales y políticas que puedan revitalizar la industria. La implementación efectiva de políticas de incentivo y apoyo a las grandes inversiones podría ser un paso crucial para reactivar la demanda de acero y estabilizar la producción. Sin embargo, la falta de un plan claro y concreto sigue siendo un obstáculo significativo.

En resumen, la crisis de Acindar es un reflejo de una recesión más amplia que afecta a la economía argentina. La decisión de detener la producción en tres plantas principales y suspender a miles de trabajadores subraya la gravedad de la situación. La industria siderúrgica enfrenta desafíos enormes, con una demanda en declive y una producción paralizada. La respuesta de los gremios y la necesidad de medidas gubernamentales efectivas serán cruciales para determinar el futuro de esta industria vital para el país.

Fuentes:

https://www.lanacion.com.ar/economia/por-la-caida-en-sus-ventas-acindar-volvera-a-parar-sus-plantas-durante-tres-semanas-nid18062024/

https://www.tiempoar.com.ar/ta_article/acindar-parara-durante-tres-semanas-sus-plantas-y-suspende-a-sus-operarios/

https://elsigloweb.com/2024/06/19/cae-la-actividad-y-acindar-freno-la-produccion-temen-planes-de-retiros-voluntarios/