En una entrevista con Andrea Recúpero en AM530, Daniel Arroyo, diputado nacional por Unión por la Patria (UxP), criticó duramente las políticas económicas del gobierno actual, encabezado por Javier Milei. Según Arroyo, las nuevas reformas fiscales benefician a los más ricos mientras aumentan la carga tributaria sobre la clase trabajadora y podrían llevar al país a un modelo económico insostenible.

"La ley le baja impuestos a 140.000 personas, que son las más ricas, y pagan más tributo 1.600.000 personas. Van a ganar menos plata", afirmó Arroyo con contundencia. La indignación en su voz reflejaba la preocupación de que estas medidas están diseñadas para beneficiar exclusivamente a la élite económica del país, mientras que la clase media y trabajadora carga con el peso de los impuestos.

Esta crítica no es nueva, pero cobra una relevancia particular en el contexto de una Argentina cada vez más polarizada y con una brecha de desigualdad que sigue en aumento. Arroyo argumentó que este tipo de reformas fiscales profundizan la inequidad, erosionando aún más la capacidad de los sectores más vulnerables para mejorar su situación económica.

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"El salario no es ganancia, pero hay un tema para las provincias y los recursos que le faltan", añadió, subrayando que la injusticia de estas medidas no solo afecta a los individuos, sino también a las provincias, que ven mermados sus recursos necesarios para infraestructura y servicios públicos. Este enfoque miope en la política económica amenaza con ahogar a las provincias en una espiral de desfinanciamiento y deterioro.

Uno de los puntos más controvertidos de la entrevista fue la advertencia de Arroyo sobre las potenciales repercusiones legales de estas reformas. "Creo que el tema de ganancias se va a judicializar, pero por las personas damnificadas", dijo, anticipando una ola de litigios de aquellos perjudicados por las nuevas medidas fiscales. Según el diputado, es muy probable que quienes vean reducidos sus ingresos se vuelquen a la justicia para impugnar una ley que consideran aprobada de manera irregular, ya que fue sancionada por solo una de las cámaras legislativas.

"Es muy probable que una persona que vaya a cobrar menos vaya a la Justicia a reclamar que el impuesto lo votó una sola cámara. Va a ser un debate en la Justicia", predijo Arroyo, sugiriendo que la legitimidad de la ley está en entredicho. Esta previsión de conflictos legales añade una capa adicional de incertidumbre a una situación ya de por sí volátil.

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Además de las críticas a la reforma fiscal, Arroyo apuntó contra el modelo económico propuesto por Milei, que calificó de "extractivo". "Argentina necesita un RIGI (Régimen de Ingresos Generales Integrados), pero este RIGI permite extraer sin dejar valores agregados. Es muy poquito lo que mejoró el senado", lamentó. Para Arroyo, este modelo económico se basa en la extracción de recursos sin generar un valor añadido significativo, lo que a largo plazo podría resultar insostenible para la economía nacional.

"Este RIGI es un modelo extractivo, aunque creo que hace falta uno", reafirmó, dejando claro que, aunque reconoce la necesidad de un régimen que regule los ingresos generales, el enfoque actual está lejos de ser el adecuado. Esta crítica pone de manifiesto una visión de la economía que privilegia el corto plazo y la ganancia inmediata sobre el desarrollo sostenible y la equidad social.

Otra de las preocupaciones planteadas por Arroyo fue el uso de las facultades delegadas al presidente. "Las facultades delegadas le van a permitir muchas cosas a Milei", advirtió. Sin embargo, señaló que "en condiciones normales sería razonable facultades delegadas al Presidente, pero esto no son condiciones normales". Para Arroyo, las circunstancias actuales del país no justifican otorgar tal grado de poder sin los necesarios contrapesos y controles democráticos.

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En un punto particularmente crítico, subrayó que "estas facultades delegadas no le permiten a Milei tomar deuda externa sin pasar por el Congreso". Esta restricción es vital para evitar que el país se endeude irresponsablemente, una práctica que históricamente ha llevado a crisis económicas profundas en Argentina.

El impacto de estas políticas ya se refleja en los indicadores sociales. "Aumentó la pobreza y la desocupación al mismo tiempo, la distancia entre los más pobres y los más ricos es más grande. Hay un empeoramiento de la sociedad", concluyó Arroyo. Sus palabras pintan un cuadro desolador de una sociedad que ve aumentar la pobreza y la desocupación simultáneamente, ampliando la brecha entre ricos y pobres y erosionando el tejido social.

Las declaraciones de Daniel Arroyo son un llamado urgente a reconsiderar el rumbo económico del país. Las reformas fiscales propuestas no solo perpetúan la desigualdad, sino que también podrían desencadenar una serie de conflictos legales y económicos que agraven aún más la ya frágil situación de Argentina. Arroyo no solo critica, sino que también ofrece una visión alternativa basada en la equidad y el desarrollo sostenible, una voz que merece ser escuchada en el actual debate nacional.

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— En Orsai (@EnOrsai) June 27, 2024