(Por  Ana Míguez)  Con este acuerdo al amanecer, los Benetton, después de enviar cuatro cartas diferentes durante la noche para intentar llegar a un entendimiento, iniciarán su marcha progresiva del capital de Autoestrade. Según los planes del Estado, que recupera el control de parte de las autopistas, primero se llevará a cabo una ampliación de capital que suscribirá íntegramente Cassa Depositi e Prestiti y en la que el clan familiar verá diluido su 88% hasta una participación minoritaria de un 11%.

Tras esta operación, Autoestrade ya no estará bajo el control de la dueña de Abertis, controlada por la dinastía italiana al 30,25% a través de la sociedad Edizione Holding, y saldrá a bolsa. En ese punto, la presencia de los Benetton se reducirá aún más hasta un peso prácticamente nulo y evidentemente sin ninguna representación en el consejo de administración.

El proceso comenzará el 27 de julio y no será inmediato, pues requerirá de entre seis meses y un año, ha informado el ministro de Economía, Roberto Gualtieri, en declaraciones recogidas por Efe. El Gobierno explica que Atlantia ha ofrecido, alternativamente, vender la totalidad del 88% de participación en Autoestrade directamente a Cassa Depositi e Prestiti e inversores institucionales de su elección.

A la espera de ver cómo se gestiona la nueva estructura, el mercado bendice este paso. Las acciones de Atlantia cerraron con una subida del 26,65% en la bolsa de Milán tras los tropiezos de los últimos días.

La amenaza de la retirada de las concesiones para Autostrade sigue sobre la mesa y se llevará a cabo si no se llega a un acuerdo definitivo

El Ministerio de Economía y el de Infraestructuras acordarán ahora con Atlantia y Autostrade los detalles del proceso y limarán puntos esenciales, como una rebaja en las tarifas de los peajes. La amenaza de la retirada de las concesiones para Autostrade sigue sobre la mesa y se llevará a cabo si no se llega a un acuerdo definitivo, ha asegurado esta madrugada el primer ministro, Giuseppe Conte. Sin embargo, la medida no es sencilla. Primero porque penalizaría a Autostrade, que posee los permisos de la mitad de las autopistas de peaje del país; y segundo porque el Estado debería pagar una penalización millonaria, ya que los contratos tienen validez hasta 2038.

Para entender la disputa entre el Gobierno de Conte con Atlantia, su filial Autoestrade y los Benetton hay que remontarse al fatídico derrumbe del puente de la autopista en Génova en el verano de 2018, en el que fallecieron 43 personas. Este accidente provocó múltiples desencuentros entre el Estado y la empresa. El Movimiento 5 Estrellas (M5S) culpa del suceso a la filial de Atlantia y quiere desde entonces retirarle las concesiones.

A la espera de un cierre definitivo del acuerdo, Autostrade ha aceptado hacerse cargo de medidas compensatorias por valor de hasta 3.400 millones de euros, algo que ya propuso el pasado sábado.

Principal negocio en Italia

Atlantia pierde de esta forma el principal negocio en su país, donde también gestiona dos aeropuertos de Roma. En cuanto a su negocio internacional, además de en España a través de Abertis, el grupo tiene autopistas en Francia, Polonia, India, Brasil, Chile, Argentina y Puerto Rico, y otros tres aeropuertos en Francia.

Además, apunta EP, el grupo es segundo máximo accionista de la constructora alemana Hochtief detrás de ACS, dado que tiene una participación del 23,8% en la firma en virtud de los acuerdos que las dos empresas alcanzaron en 2018 para tomar Abertis. Asimismo, cuenta con un 15,4% de la sociedad concesionaria del Eurotunel.

Fuente: eleconomista.es