El Gobierno Nacional publicará en el Boletín Oficial la baja en las retenciones a diferentes productos de las economías regionales y la pesca. La medida gubernamental incluye un esquema de diferenciación para beneficiar los procesos productivos que agreguen valor. Para compensar el costo fiscal, habrá un aumento de los derechos de exportación para la soja, con su respectivo esquema de segmentación para mejorar la situación de los pequeños productores.

El ministro de Agricultura de la Nación, Luis Basterra, informó sobre la decisión a los integrantes de la Mesa de Enlace durante una reunión realizada este martes por la tarde. Los ruralistas, nucleados en la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Coninagro y Federación Agraria (FAA), perdieron su pulseada con el Poder Ejecutivo.

La decisión de incrementar las retenciones a la oleaginosa, según lo dispuesto en la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, no perseguía un fin recaudatorio, sino redistributivo hacia el interior del amplio sector agropecuario. Los tres puntos porcentuales más para la soja (del 30 al 33 por ciento) equivalen a 500 millones de dólares aproximadamente. Sin embargo, los sectores exportadores ya habían adelantado la venta contable de 15 millones de toneladas para evitarse la nueva alícuota.

En realidad, la mayor recaudación por retenciones ya se logró cuando Alberto Fernández actualizó el componente fijo (en pesos) de las alícuotas, según el esquema heredado de la gestión Cambiemos.

Si la administración de Mauricio Macri recaudaba 5.000 millones de dólares por retenciones (por el total de productos), ahora ingresan 7.100 millones. Para el caso de las economías regionales, el costo fiscal para el Tesoro Nacional -es decir, una transferencia indirecta hacia productores y empresarios- será de 170 millones de dólares aproximadamente.

Los cambios

Con la segmentación de las retenciones a la soja, el Gobierno Nacional beneficiará al 74 por ciento de los productores, responsables del 23 por ciento de la cosecha. El esquema de diferenciación incluye a los que producen 100 toneladas hasta las 1.000 toneladas de la oleaginosa. El costo fiscal de esta segmentación es de 185 millones de dólares, aproximadamente.

El ministro Basterra realizó los anuncios

Por otro lado, un conjunto de 14.884 productores, que manejan el 77 por ciento de la cosecha, pasará a tributar el 33 por ciento de las retenciones. Se sabe que el sector agropecuario está altamente concentrado.

Según el Censo Nacional Agropecuario, en el país existen 157,4 millones de hectáreas distribuidas entre 228.375 Establecimientos Agrícolas (EAP). De ese total, 5.678 personas (físicas o jurídicas) -en un país de 43 millones de habitantes- detentan 80,2 millones de hectáreas. Es decir que el 2,4 por ciento de los dueños de la tierra posee más del 51 por ciento de toda la tierra disponible. Los más pequeños, aquellos que poseen entre 5 hectáreas hasta 100, es decir un total de 93.364 EAP (el 40 por ciento del total), solamente poseen el 2,2 de toda la tierra.

A partir de hoy, las retenciones que se pagan por la exportación de merluza pasarán del 9 por ciento al 7 por ciento (buque factoría), y en los casos donde haya mayor agregado de valor, a un 5 por ciento (procesos de producción en plantas).

Según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, en 2018 las exportaciones derivadas de la pesca fueron de 2.200 millones de dólares, mientras que el año pasado alcanzaron los 1.800 millones. Esta merma sucedió, en parte, por una depreciación del precio internacional de algunos productos como la merluza.

“El tema tiene que ser analizado desde el punto de vista de la generación de valor agregado y la generación de mayores puestos de trabajo. Lo que queremos es que los empresarios decidan apostar al trabajo argentino para que se reactive el círculo virtuoso de la economía”, sostuvo a La Opinión Austral Carlos Liberman, secretario de Pesca de la Nación.

¿Cuáles son los productos que contienen mayor valor agregado? Aquellos que terminan directamente en las góndolas de los diferentes países, es decir, donde todo el proceso productivo se realiza en los puertos argentinos, como es el caso de los langostinos. De esta manera, el Poder Ejecutivo Nacional logró un escalonamiento interno para una de las economías regionales clave de la Patagonia.

Por otro lado, tal como informó este diario, las exportaciones de lana sucia tendrán una reducción de dos puntos porcentuales en sus retenciones, al pasar del 9 al 7 por ciento de alícuota. En 2015, las exportaciones de lana sucia totalizaron las 6.885 toneladas por un valor FOB de 26,7 millones de dólares, según datos del Indec. En 2019, las ventas al exterior de este producto fueron de 7.381 toneladas, por un valor FOB de 52,5 millones de dólares. Para el caso de la lana limpia, al alícuota descenderá al 5 por ciento.

La venta de carne ovina también registrará una baja de 4 puntos porcentuales (del 9 al 5 por ciento).

“De confirmarse estos números, la mejora para los productores que aún no vendieron y para los frigoríficos y laneras de Santa Cruz será de 1 millón de dólares. Este cálculo lo hicimos con la Federación FIAS y es lo que expresamos el domingo pasado en la Rural cuando decíamos que una cosa era la soja y otra las economías regionales”, sostuvo a este diario Javier De Urquiza, presidente del Consejo Agrario Provincial.

En tanto, para el caso de la fruta -eje central de la producción del Alto Valle rionegrino-, la retención quedará en un 5 por ciento.

Mesa chica

La Mesa de Enlace había enfatizado que no aceptaría ningún incremento de las retenciones por más que se concretara un esquema de segmentación y baja de alícuotas para las economías regionales. Sin embargo, los números exhibidos por el Gobierno Nacional no le dejaron mucho margen para declarar una protesta masiva, como había amenazado.

Es que la segmentación anunciada hizo mella hacia el interior de cada patronal agropecuaria. De hecho, mientras transcurría la primera hora del cónclave de ayer, el área de Economías Regionales de la Federación Agraria difundió un comunicado a favor de la segmentación.

En definitiva, “la traición de Macri hacia el ruralismo” fue más fuerte que la suba de los 3 puntos porcentuales a la soja. Tal es así que el titular de CRA, Jorge Chemes, uno de los más virulentos a la hora de expresar sus reclamos, sostuvo que “el Gobierno mostró voluntad de diálogo y de no confrontar”.