Un hermoso texto que escribió y publicó Jorge Norberto Elbaum en sus redes sociales para desarmar el plan de los poderosos que intenta opacar la fiesta del triunfo del gobierno popular en Argentina
Martes 29 de octubre de 2019 | 23:32
Baruch Spinoza, filósofo político del siglo XVII logró condensar una verdad esquiva: el poder intenta imponer pasiones tristes. Te intenta angustiar, deprimir, impedir que la vitalidad circule como agüita linda.
Frente a las pasiones tristes debemos oponerles el espíritu celebratorio que se conjuga con la voluntad de la lucha: las ganas, el deseo, la frescura del optimismo de quien calcula menos y besa más. Ellos no pueden soportar ese aquelarre festivo y popular.
Como era de esperar, los furibundos odiadores de la belleza humana ya empezaron la tarea cariocinética de limar al gobierno de F+F y a sus bases: empezaron por instituir la agenda de la duda aletargada combinada con la aritmética del desconsuelo (y muchos compañeros, confundidos la acompañaron). Buscaron cercenarte la posibilidad de reírte a carcajadas. Te ahogaron el grito nacido desde la pleura. Te quitaron el eje. Te atragantaron el alarido enorme que daba por terminada esta maldición de 4 años.
Te quieren hacer creer que no debías festejar porque el resultado de 8 puntos de diferencia era escaso.
Buscaron que estés pendiente de un fraude (posible o no, próximamente verificable, pero inútil frente al logro de haberte coartado tu merecida alegría) para aguarte una celebración conquistada con militancia, con nudillos raspados de gente maravillosa marchando en las calles.
Buscan que no seas capaz de comparar: ellos ganaron por 2 % en segunda vuelta y gobernaron como si hubiesen obtenido un triunfo por 30 puntos. Y ya te están pidiendo que vos (que ganaste por 8) gobiernas como si hubieses perdido.
El nacionalismo popular triunfó sin llegar a balotaje y pretenden que vos lo sientas como si fuiste derrotado.
Cuando nos roban la alegría te dejan sólo, aislado, murmurando en los rincones incomprensibles maldiciones y diseñando paranoias al por mayor. Al fin y al cabo buscan que estés enojado después de haber ganado. Ahí es cuando logran que la maledicencia se te transforme en pasión triste. Es una forma de derrotarte.
En el fondo quieren que empecemos mal. Ya nos robaron mucho. Que no te roben la alegría. Es un combustible demasiado relevante y hermoso para otorgárselo a estos miserables que hacen de la codicia y la insensibilidad su dios marquetinizado.
Aquí hay fiesta. Hay música, hay copas que se elevan al cielo. Brindamos con todxs los compañeros que lo hicieron posible. Hermanados. Cantando una melodía reparadora con quienes sufrieron la persecución en sus cuerpos, en sus salarios, en sus empleos. YA SE VAN!!!!! No permitamos que nos roben el abrazo. Merecemos esta fiesta. Que ninguna operación psicológica nos birle esta sensación en los ojos y en la garganta. No dejes que te operen al trasladarte al territorio de la tristeza. Aquí hay fiesta!! Que los sacristanes del egoísmo neoliberal escuchen nuestros cantos. Celebrá, Ché! No caigas en la trampa. Que te vean eufórico desde sus torres de terciopelo y amargura. Volvimos.