Con el objetivo de evitar que la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner propusiera los nombres de dos jueces a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la oposición bloqueó primero a Roberto Carlés en el Senado y se encargó de sostener a un juez de 97 años con la ilusión de que fuera Mauricio Macri, después del 10 de diciembre, quien nombrara a los jueces. La fecha de renuncia de Fayt evidencia la maniobra.
Martes 15 de septiembre de 2015 | 14:22
El 1 de enero de 2015, Raúl Eugenio Zaffaroni presentó su renuncia a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el motivo fue haber alcanzado los 75 años de edad, condición que establece la Constitución Nacional. Así se abrió la primera vacante en el máximo tribunal.
Como establece la Constitución Nacional, la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner propuso un candidato para ocupar el cargo. El Senado de la Nación debía prestar acuerdo pero la oposición bloqueó el tratamiento en el recinto. La Corte Suprema quedó así con 4 miembros.
Meses más tarde, la polémica envolvió al Máximo Tribunal cuando Carlos Fayt firmó una acordada en la que se aseguró estaba presente, pero no fue así. El longevo juez, imposibilitado por la condición física que le impuso su edad, firmó en su domicilio. Así, habría incurrido en ‘falsedad ideológica’. La oposición defendió al magistrado a capa y espada para evitar su renuncia. El objetivo no era cuidar a Fayt sino ocupar el asiento en la Corte hasta después del 10 de diciembre.
La oposición, entusiasmada, imaginó que sería Mauricio Macri el encargado de proponer los nuevos nombres y aún lo sueña así: ese es el motivo por el que la renuncia de Fayt se hará efectiva el 11 de diciembre. El juez del máximo tribunal se metió de lleno en la política.
En la renuncia que le envió a la Presidenta de la Nación, Fayt no aclaró el motivo de su renuncia. ¿Qué motivos podrían esgrimirse el 11 de diciembre y no ahora? Se trata de una renuncia política, sostenida por la oposición.
Pero el plan opositor tiene un defecto enorme.
Las Primarias Simultáneas Abiertas y Obligatorias funcionaron como un ensayo de lo que será la elección general de octubre. Los números favorecieron al oficialismo y si se repitieran tal cual en la próxima instancia, el FPV quedaría muy cerca de los 2/3 propios en el Senado de la Nación. Se trata del punto más flojo de la estrategia de Ernesto Sanz y la UCR: la Cámara Alta quedará en manos del FPV y tendrá a mano al PJ disidente para negociar. Así, el peronismo en su conjunto podrá bloquear cualquier nombramiento de una hipotética presidencia de Mauricio Macri que cada vez parece más lejana en el marco de escándalos de corrupción en los que se envuelto.
La oposición sostendrá a Fayt hasta el 10 de diciembre. El nuevo presidente deberá enviar dos nombres para la Corte Suprema de Justicia de la Nación; sí o sí deberá negociar con la mayoría del Senado de la Nación donde el kirchnerismo estará muy cerca de los dos tercios.