En un reparto de roles funcional dentro del Frente Renovador, mientras Massa relanza una campaña presidencial con discurso más moderado y conciliador, su principal precandidato a gobernador mantiene un spech neoliberal y pro-mano dura.
Andrés Brown Redacción En Orsai // Martes 31 de marzo de 2015 | 15:07
Frenado en las encuestas y con una parte de la tropa propia en plan de fuga, Sergio Massa intentó dar un nuevo giro a su imagen. Ahora el diputado y precandidato presidencial del Frente Renovador, se presenta como el candidato de “el cambio justo”. Una especie de vuelta al discurso de “la ancha avenida del medio” que hay entre el Gobierno y la derecha del PRO, según explicó el propio Massa en el acto del sábado en San Martín.
“Quiero decirles que nosotros no somos ni la izquierda ni la derecha que hoy aparecen queriendo fracturar a la Argentina en dos. Nosotros no sentimos que la Argentina tenga que dividirse en facciones, tenemos que abrazar a todos aquellos que quieren vivir mejor. No queremos fracturar vinimos a la política a unir”, explicó Massa en un intento de ubicarse en un punto medio.
Lejos de esa búsqueda de alejarse del extremo derecho, el que no se encolumna en ese discurso medio de las buenas intenciones es el principal aspirante a gobernador del Frente, Francisco De Narváez.
El ex dueño de Casa tía mantiene un perfil neoliberal y de mano dura, que por momentos hasta opaca al propio Mauricio Macri.
Apenas un día antes del discurso del tigrense, el ex Unión-PRO rechazó la idea de “distribuir desde el Estado”, pidió “racionalizar el gasto” y hasta se animó a anunciar la necesidad de un “ajuste que tiene que ver con justicia”, dijo en declaraciones a Infocampo.
Esta suerte de ‘policía malo’ que busca alarmar al electorado bonaerense parece ser la contracara del discurso lavado y algo zen de Massa.
El sábado Massa aseguró que “no queremos un Gobierno que digite todo con el látigo pero, tampoco por empresarios que pretenden tomar el poder por asalto”, se posicionó discursivamente SM.
La semana anterior, el Colo había dicho que la única forma de que ingresen 5 mil millones de inversión es aceptar las condiciones que impone el empresariado internacional.
En una llamativa entrevista con el periodista Alejandro Fantino, De Narváez realizó un acting con el que intentó demostrar que la única forma que ingresen capitales externos es entregar las decisiones de Gobierno a lo que quieren las potencias extranjeras y sino “bye-bye”, resumió el Colo.
Entre la nueva versión más ‘conciliadora’ de Sergio Massa y la de extrema derecha de su principal precandidato a Gobernador, están las dos caras de un mismo espacio político. Por ahora, el juego del policía y el malo no está redundando en números electorales demasiado auspiciosos.