María Eugenia Vidal, la vicejefa de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que aspira a ser la gobernadora de la Provincia, es vendida mediáticamente como quien, dentro del PRO, tiene mas votos, pero en las últimas PASO no obtuvo mas sufragios que todo Cambiemos junto. Además está a casi un millón de votos de la fórmula del Frente Para la Victoria.
Ángel Lisboa // Sábado 17 de octubre de 2015 | 11:46
No son pocos los que se empeñan en mostrar a la vicejefa del gobierno porteño y candidata a gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, como la traccionadora de los votos macristas en la Provincia de Buenos Aires. Lo cierto es que la candidata dista mucho de ser la superstar que pintan algunos encuestadores y medios de comunicación concentrados.
La excelente elección de Vidal en las PASO provinciales de agosto no suma más que todos los precandidatos de Cambiemos (Mauricio Macri, el radical Ernesto Sanz y Elisa Carrió) que la llevaron como única candidata a gobernadora. Una elección que la ubica como la precandidata más votada pero diez puntos por debajo que la suma de los precandidatos a gobernador del FpV (820 mil votos menos).
Algo muy difícil (acaso imposible) de revertir en menos de tres meses y en una provincia donde el antecedente de corte de boleta es casi nulo, no existe ballotage y la elección se gana por un voto de diferencia. Además en una provincia donde sus gobernadores fueron electos por la tracción del voto presidencial.
De todas maneras, Vidal aparece como la vedette de la elección bonaerense, capaz de traccionar votos a favor de Macri y no al revés. La decisión del macrismo fue hallazgo: imponer una candidata desconocida para el electorado bonaerense, con chapa mediática de “buena imagen” y cara de Heidi (como la definió el candidato massista Felipe Solá), que le permitió a Macri capturar su propio voto y el de sus contrincantes en Cambiemos en su delfín, pero no alcanzó para sumar más voluntades como se la quiere hacer aparecer el propio macrismo.
Ahora parece que los candidatos a intendentes de Cambiemos, quieren sumarse a la ola. Algunos portales bonaerenses mencionan su “avivada” repartiendo boletas “estratégicamente” dobladas donde aparece la foto de Vidal y el candidato local, sin desplegar a Macri como estandarte de la propuesta política que encarnan. Algo mucho menos creíble en una disputa en la que Macri aspira al segundo lugar en la elección nacional como para forzar un hipotético ballotage con Daniel Scioli.
Vidal debería descontar más de 800 mil votos al FpV anclada en su propia imagen para alcanzar su objetivo de llegar a la gobernación. Algo más que una epopeya, después del escándalo que hizo renunciar al primer candidato a diputado nacional de Cambiemos en la provincia, el periodista deportivo Fernando Niembro, que no pudo justificar como su empresa personal y sin trabajadores fue adjudicataria de contratos por más de 20 millones de pesos de parte del propio Gobierno porteño.
Un tema que el propio Macri, ni su segunda Vidal, jamás pudieron explicar ni mostrar una sola prueba que desacredite la transferencia de fondos del erario porteños (al que aportan todos sus contribuyentes) para financiar la campaña electoral de Vidal.