Daniel Parisini, conocido como Gordo Dan, se ha consolidado como una figura clave en el mundo de las redes sociales, particularmente en la plataforma X (antes Twitter). Su estilo provocador y polarizante ha generado una base de seguidores tan ferviente como sus detractores. Pero detrás de su rol como uno de los principales defensores del gobierno de Javier Milei y el libertarismo en Argentina, hay un historial preocupante de acusaciones que van mucho más allá de simples controversias digitales.
Redacción EnOrsai // Viernes 18 de octubre de 2024 | 12:25
Gordo Dan ha sido acusado de acoso, doxxeo (exposición de información personal), hostigamiento hacia mujeres y, en particular, de llevar a cabo campañas de odio coordinadas junto a un grupo de trolls pagos. Estas acusaciones no solo provienen de usuarios anónimos, sino de víctimas directas que aseguran haber sido blanco de ataques misóginos y campañas de difamación que obligaron a varias de ellas a abandonar la red social. Entre sus acciones más graves, según testimonios, están sus "chistes" sobre violaciones y sus llamados violentos a la destrucción de símbolos de la oposición, pidiendo abiertamente "fuego, sangre y muerte" para quienes se le oponen.
Una de las acusaciones más repetidas contra Parisini es el supuesto uso de su posición de poder en redes para falsificar tweets de otras personas, manipulando sus palabras para exponerlas al escarnio público. Un caso particular es el de una víctima que denuncia haber sido señalada falsamente como autora de dichos que jamás pronunció, con la intención de que los seguidores de Gordo Dan la hostigaran, llegando incluso a involucrar a su madre.
No es la primera vez que el influencer se ve envuelto en la polémica. Su negacionismo respecto a la dictadura militar argentina y sus constantes mensajes de odio, que llaman abiertamente a “aniquilar a los zurdos y kirchneristas”, lo han puesto en la mira de diversas organizaciones y figuras públicas. Estas acciones, que algunos intentan desestimar como simples "chistes", configuran una escalada preocupante de violencia digital y discursos de odio que pueden tener consecuencias graves en la vida real.
Además de su actividad en redes, Gordo Dan ha sido acusado de utilizar su influencia política para beneficiar a su círculo íntimo. En particular, se ha señalado que su pareja, María Belén Casas, fue colocada en un puesto jerárquico de la subsecretaría de Política Universitaria en el gobierno sin la experiencia necesaria, tras años de criticar a empleados estatales en situaciones similares. Este acto de favoritismo ha sido duramente criticado, especialmente dentro de un contexto donde el propio Parisini ha hecho de la corrupción estatal y el clientelismo una de sus principales banderas de ataque.
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El rol de su madre, Andrea Olmedo, como Directora de Tierras en Santiago del Estero, también ha levantado sospechas. Con un salario de más de 3 millones de pesos y varios contratos bajo su nombre, algunos han insinuado que su ascenso dentro del ámbito público está directamente relacionado con la influencia de su hijo en la política y las redes sociales.
???????Chantas. El Gordo Dan, Daniel Parisini, por manejar los trolls de Milei cobra por mes del Estado 6 MILLONES DE PESOS, y tiene una Secretaría en el Salón de las Mujeres, este gordito impresentable pagó 150 MIL DÓLARES para recibir su Martín Fierro, lo pagó con la nuestra. pic.twitter.com/qzo2d2icqI
— Martín Peiretti (@MartnPeiretti1) August 20, 2024
A pesar de todas estas acusaciones, Gordo Dan continúa gozando de una inmensa popularidad. Fue galardonado con un Martín Fierro Digital, un reconocimiento que destaca su influencia en la plataforma X y su capacidad para generar interacciones masivas, superando incluso a figuras opositoras y mediáticas de renombre. Sin embargo, el hecho de que alguien con tal historial de comportamiento violento y misógino sea celebrado como una de las voces más influyentes del país, revela mucho sobre el estado actual de la política digital en Argentina.
La facilidad con la que Parisini ha escalado a la fama y su cercanía con el gobierno de Milei, sumado a las conexiones de su entorno familiar, reflejan un uso descarado del poder y la influencia en beneficio personal. A medida que las redes sociales se convierten en campos de batalla políticos, figuras como Gordo Dan demuestran que el discurso de odio, la manipulación y la violencia pueden no solo ser tolerados, sino recompensados en el ecosistema actual.
Para muchos, la pregunta es: ¿hasta dónde llegará la impunidad de Gordo Dan y su red de influencia? Si bien algunas denuncias han sido retiradas, lo cierto es que las voces que lo señalan como un agresor y difusor de odio siguen en aumento. En este contexto, es fundamental cuestionar el impacto real de estos personajes en la vida pública, y reflexionar sobre la responsabilidad de las plataformas y los gobiernos en frenar el ascenso de figuras que promueven el acoso y la violencia.
"Ganamos las elecciones, jódanse": La provocadora respuesta de Sandra Pettovello en Ezeiza pic.twitter.com/8NfBymO4Mu
— En Orsai (@EnOrsai) October 19, 2024
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