En un episodio que refleja el tenso clima político en San Juan, una investigadora del CONICET, Yésica Alamino, fue detenida este jueves tras increpar al gobernador Marcelo Orrego en la Peatonal. La mujer, que se cruzó con el mandatario y le dijo “traidor vende patria”, fue rápidamente rodeada por cinco policías y llevada a la comisaría. El incidente ocurre pocas horas después de la aprobación de la polémica Ley Bases en el Senado, la cual cuenta con el respaldo del gobernador.
Osvaldo Peralta // Viernes 14 de junio de 2024 | 13:08
(Por Osvaldo Peralta) El incidente tuvo lugar al mediodía en la transitada Avenida Rioja, frente al Banco Nación. Yésica Alamino, visiblemente indignada, aprovechó la cercanía para dirigirle una dura acusación al gobernador Orrego. “Él venía caminando con dos o tres personas más que yo supongo que eran guardias. Estábamos tan cerca que no me hizo falta gritarle”, explicó Alamino.
La respuesta no tardó en llegar. Apenas había avanzado media cuadra cuando un guardia vestido de civil la detuvo. “Me pidió los documentos y dijo que iba a pedir antecedentes porque había insultado al gobernador. Yo le pedí sus documentos a él, me mostró una credencial que no decía que era policía. Después llamó a más gente y me rodearon unos cinco policías”, relató Alamino.
Sin explicaciones claras, los uniformados le indicaron que debía acompañarlos a la Comisaría 3ra, en Trinidad. “Nunca me dijeron que me iban a detener, me dijeron que me iban a hacer averiguación de antecedentes nomás, y cuando me metieron adentro me empezaron a requisar. Para mí es una detención”, afirmó.
Una vez en la comisaría, el trato que recibió fue deplorable. Le pidieron datos, le tomaron huellas digitales y la encerraron en una celda cerrada con candado. “Un desastre la comisaría, pedí varias veces agua y recién me dieron a las dos horas. Además, la celda un desastre. Una mujer policía me dijo que la limpiara yo, y me dieron un balde con cloro para que yo fregara la celda y que estuviera medianamente presentable sin olor a mierda”, detalló Alamino.
Afortunadamente, varios conocidos y familiares cercanos de Alamino se enteraron rápidamente de la situación y se movilizaron para pedir su liberación, logrando su objetivo en unas dos horas. “Hubo mucha gente que se movió para que me sacaran rápido. Agradezco a la responsable de la oficina de género de la UNSJ, Marianela Cano, al gremio ADICUS, al Movimiento de Mujeres Sanjuaninas; a delegados de ATE y a la jueza de Garantías, la Dra. Allende. Sin esa movida yo hubiese estado 12 horas adentro, porque los policías en principio me dijeron que eran 12 horas”, aseguró Alamino.
Contexto Político y Social: La libertad de Expresión y el abuso de Poder
Este incidente no se puede separar del contexto político que se vive en San Juan. La reciente aprobación de la Ley Bases en el Senado ha generado divisiones profundas entre la dirigencia politica y la base ciudadana. La ley, que tiene como objetivo modificar la estructura del Estado en aspectos clave, ha sido criticada por sectores sociales y políticos que la ven como un paso hacia la privatización de recursos y servicios públicos.
El apoyo del gobernador Orrego a esta ley ha sido un punto de conflicto, intensificando las tensiones con sus opositores. En este marco, las palabras de Alamino no solo reflejan una protesta individual, sino el descontento de un sector amplio de la población que se siente traicionado por sus líderes políticos.
El arresto de Alamino ha puesto en el centro del debate la cuestión de la libertad de expresión y el uso del poder por parte de las fuerzas de seguridad. ¿Hasta qué punto es legítimo detener a alguien por expresar una opinión, por más dura que sea? ¿Dónde se traza la línea entre mantener el orden público y reprimir la disidencia?
Las respuestas a estas preguntas no son sencillas, pero el caso de Alamino destaca la necesidad de vigilar de cerca cómo se manejan estas situaciones. El abuso de poder y la criminalización de la protesta son señales de alarma en cualquier democracia.
Reacciones y Consecuencias
La noticia de la detención de Alamino ha generado una ola de reacciones en San Juan y más allá. Diversas organizaciones sociales y gremios han expresado su solidaridad con Alamino y su repudio a lo que consideran un acto de represión. La presión social y mediática ha sido fundamental para que el caso no pase desapercibido.
Este incidente podría tener repercusiones importantes para el gobierno de Orrego. Si bien es posible que haya quienes aprueben la acción policial como una medida de mantenimiento del orden, muchos otros verán en ello una muestra de autoritarismo y falta de respeto a los derechos civiles.
Los medios de comunicación y la sociedad civil tienen un papel crucial en momentos como este. Dar visibilidad a estos casos, exigir rendición de cuentas y fomentar el debate público son tareas fundamentales para mantener una democracia sana y vibrante.
El caso de Yésica Alamino nos recuerda que la vigilancia ciudadana es vital. Cada acto de protesta, cada expresión de disidencia, contribuye a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
La detención de Yésica Alamino por llamar “traidor vende patria” al gobernador Orrego es un reflejo de las tensiones que atraviesan San Juan y el país. Este episodio debe servir como un llamado de atención sobre la importancia de proteger los derechos civiles y la libertad de expresión, pilares fundamentales de cualquier sociedad democrática.
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