(Por Sofía Arregui) En una movida que ha generado amplio revuelo y críticas, el presidente argentino Javier Milei se dispone a viajar a Madrid para asistir a eventos políticos vinculados a la ultraderecha europea, un viaje que, según fuentes diplomáticas, costará al Estado argentino 450 mil dólares. Este viaje ha sido cuestionado no solo por su alto costo en un contexto de ajuste económico severo, sino también por la ausencia de actividades oficiales relevantes que justifiquen tal desembolso de fondos públicos.

Durante su estancia en Madrid, Milei tiene programado presentar su libro "El camino del libertario" en el Auditorio del diario La Razón y participar en reuniones con CEOs de empresas españolas. Este encuentro empresarial, programado para el sábado, fue agregado a última hora en un intento de proporcionar un barniz de oficialidad a la gira, tras las críticas recibidas desde diversos sectores, incluyendo el gobierno español.

La polémica no se detiene aquí. Milei también tiene planeado reunirse con Santiago Abascal, líder del partido de ultraderecha Vox, y será uno de los oradores en el encuentro "Europa Viva 24", un evento que aglutina a figuras de la extrema derecha europea. Esta agenda ha sido percibida por muchos como una afrenta a las relaciones bilaterales con España, dado que Milei no tiene programadas reuniones con el Rey de España ni con el presidente Pedro Sánchez. Este desaire es visto como una ofensa diplomática, particularmente grave considerando que España es el segundo mayor inversor en Argentina.

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Las reacciones desde el gobierno español no se hicieron esperar. Una ministra española, que prefirió mantenerse en el anonimato, calificó la visita de Milei como un acto que "atenta contra la democracia". Esta opinión se suma a las críticas de analistas y diplomáticos que consideran que la gira podría complicar aún más las relaciones exteriores de Argentina, un país ya sumido en una crisis económica profunda.

A nivel nacional, la polémica también ha resonado. El vocero presidencial, Manuel Adorni, fue incapaz de proporcionar una justificación coherente para el viaje durante una conferencia de prensa. Adorni se limitó a prometer reuniones con representantes del gobierno español en un futuro viaje, programado para el próximo mes, sin ofrecer detalles concretos sobre las entidades económicas con las que Milei se reuniría en esta ocasión.

La crítica principal gira en torno a la pregunta de cómo un presidente puede justificar la inversión de recursos públicos en un viaje que apoya a movimientos políticos que abogan por la desintegración de la Unión Europea, una institución con la que Argentina debería estar buscando fortalecer vínculos comerciales y diplomáticos. Además, la presencia de Milei en un evento donde se aboga por la salida de España de la UE contradice los intereses estratégicos de Argentina, que busca ampliar sus acuerdos comerciales con el bloque europeo.

En este contexto, resulta paradójico que Milei haya decidido priorizar su alianza con figuras marginales de la política europea, como Santiago Abascal, Marine Le Pen y André Ventura, en lugar de buscar acercamientos con líderes de mayor relevancia política y económica. Esta decisión ha sido interpretada por muchos como un intento de consolidar su propia imagen ideológica a expensas del interés nacional.

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Los otros dos presidentes invitados al evento, la italiana Giorgia Meloni y el húngaro Viktor Orbán, no asistirán presencialmente, lo que subraya aún más el carácter marginal del evento. Fuentes diplomáticas señalaron que Milei podría haberse reunido con Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular y principal opositor del gobierno español, un encuentro que hubiera tenido mayor relevancia política y potencial para fortalecer las relaciones bilaterales.

El costo del viaje, en un momento en que Argentina enfrenta una crisis económica severa, ha sido otro punto de crítica. Los 450 mil dólares que costará este viaje son vistos como un gasto excesivo e injustificado, especialmente cuando se están implementando medidas de ajuste económico que afectan duramente a la población. Este dispendio contrasta con las políticas de austeridad que Milei ha promovido en su propio país, planteando serias dudas sobre la coherencia de su gestión.

de esta manera, el viaje de Javier Milei a España ha generado una tormenta de críticas tanto a nivel nacional como internacional. Las justificaciones ofrecidas hasta ahora no han logrado apaciguar las inquietudes sobre el costo y la finalidad del viaje, y el apoyo a movimientos que promueven la desintegración de la UE se presenta como una contradicción flagrante con los intereses estratégicos de Argentina. En este contexto, la pregunta que muchos se hacen es si este viaje es un derroche injustificable o una estrategia política con objetivos ocultos. La respuesta a esta pregunta podría tener implicaciones significativas para el futuro de las relaciones exteriores de Argentina y la estabilidad interna del país.

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