(Por Hugo Muleiro)* El respaldo absoluto de la prensa derechista a la represión lanzada por el emperador jujeño y, en especial, el encubrimiento de sus acciones más aberrantes, como la infiltración entre manifestantes para causar desmanes, detenciones ilegales, disparos a la cara, apresamiento de niñas y niños y torturas en prisión, es un anuncio contundente sobre el modelo previsto para el próximo período de gobierno
Martes 27 de junio de 2023 | 10:23
RESTAURACIÓN EDITORIAL DEL 76, PARA SERVIR A LA DERECHA.
Hay coherencia entre esta toma de posición sobre Jujuy y la interpretación unánime sobre el cierre de listas y en especial la fórmula presidencial del peronismo, ya que Clarín, La Nación y columnistas ad hoc de Infobae propalan ampliamente –otra vez- el sueño del ocaso político de Cristina Kirchner y el sector que conduce.
El respaldo a ultranza a cada una de las acciones ilegales de Morales, que comenzaron en 2015 con el copamiento del sistema judicial provincial, para lanzarlo tanto a la persecución política de adversarios como a la protección de los propios y sus negociados, se sirve de la complicidad del PJ jujeño y en especial del massismo, para paladear un peronismo que, como dijo en su momento Alberto Fernández, ponga fin al kirchnerismo.
En esta línea hubo exaltación unánime y felicitación a Juntos por el Cambio por la foto con la que sus máximos dirigentes respaldaron al represor jujeño. Se reestableció la “unidad”, tipearon varios columnistas de Clarín y La Nación, al festejar esa imagen que arrasa con la suposición según la cual en la coalición derechista hay “palomas” y “halcones”, unos supuestos dialoguistas y otros más radicalizados: nadie dudó en adherir a la represión ilegal.
Estas maniobras propagandísticas de los medios sintonizan con las empleadas a partir de marzo de 1976: Morales reprimió para salvaguardar el orden y las instituciones, las y los detenidos fueron automáticamente culpados en cada línea y artículo (rémora del siniestro “algo habrán hecho”), y si como en la Noche del Apagón las empresas aportaron vehículos y choferes para capturar a civiles y los policías se infiltraron para tirar piedras y causar caos… pues bueno, son detalles, como los mencionó al paso Lanata en su artículo del sábado 24. Los epítetos periodísticos a los manifestantes, como vándalos y salvajes, van en la huella de los “subversivos” abatidos en “enfrentamientos”.
Esta manipulación mediática no encuentra límite: ocultar que el conflicto en la provincia llevaba ya tres semanas antes del martes 20, censurar las denuncias de persecución ilegal a comuneros originarios, ocultar los bloqueos y amenazas policiales a los y las maestras que concurrieron a concentraciones en San Salvador. Tampoco informar que el martes el despliegue de seguridad se aflojó velozmente en torno de la Legislatura para que aparecieran los atacantes del edificio, eso sí, mucho después de que los convencionales radicales y peronistas cocinaran la reforma de la reforma, un desaguisado del que nadie que lea Clarín, La Nación o Infobae se enterará.
Con las manos ensangrentadas, Morales se instaló en la fórmula junto a Rodríguez Larreta, a quien como escribió Van der Kooy en Clarín dotó del “músculo de autoridad” que al alcalde le faltaba frente al tono bravucón de la Pata Bullrich y sobre todo sus frondosos antecedentes como patrocinadora de violencia institucional y de crímenes de las fuerzas de seguridad.
Las notas sobre el cierre de listas en el oficialismo llevan el tono de la embestida habitual contra Cristina Kirchner: “kirchnerismo golpeado”, “fracaso kirchnerista”, “inclinada ante Massa”, “papelón”, “el dedo no funciona”, “los mercados intuyen el ocaso de Cristina y ya festejan”, y un sinfín de definiciones parecidas de Van der Kooy, Morales Solá, Fernández Blanco, Lanata, Miri y varios y varias más.
“¿Cristina conducción?” pregunta el jefe de redacción de Clarín, Kirschbaum. “¿Ya fue?”, pregunta Tenembaum en Infobae, quien especula com una “despedida histórica” de la Vicepresidenta, porque “quedó afuera”.
Las crónicas -por llamarlas amablemente- sobre el cierre de listas, relatan tensiones y tormentas sin igual en el oficialismo, y un desenlace entre más apacible, entre amigos, en la derecha. Mientras se dice que Wado de Pedro fue descartado y “ridiculizado”, Manes, Carrió y López Murphy apenas “bajaron” sus postulaciones.
Pero, subrepticiamente, la batalla en estas páginas entre las candidaturas ahora confirmadas comenzó el mismo domingo: La Nación publicó que Larreta es “el más afectado” por la postulación de Massa, porque “siempre mantuvo un buen vínculo” con el ministro. Firma Laura Serra, no la Pata Bullrich.
Y aunque lo odia profundamente a Massa, a quien tilda de “arribista”, Morales Solá disfruta a mares que Cristina Kirchner “debió ceder”. Y, evocando los tonos de la represión dictatorial en cuya propaganda tanto colaboró, ve a la Vicepresidenta obligada a “pasar a la clandestinidad”.
*Hugo Muleiro @HugoMuleiro - Escritor y periodista. Co-autor de Los Garcas, Los Monstruos y La Clase un Cuarto. En la Patria Grande
SIN VERGUENZA
— En Orsai (@EnOrsai) June 24, 2023
La AFIP denunció «pagos indebidos» y otros «negocios» durante el gobierno de Macrihttps://t.co/zksM4AphE2 pic.twitter.com/3cEx9DZJ4R