Gerardo Morales empezó gobernando con el discurso del cambio de la matriz productiva. Sonaba lindo, pero cuando el “Emperador” ahondaba en la “letra chica” era inconsistente.
Redacción EnOrsai // Miercoles 16 de febrero de 2022 | 12:37
(Por Juan Enrique Giusti, Abogado) A quienes nos gustan las actividades productivas y estudiamos la temática, sabíamos que mentía. Pero para “deschavar” su mentira, yo sólo contaba con un perfil de la red social Facebook; mientras que Morales, siguiendo el viejo y conocido refrán, “miente, miente que algo queda”, tenía todo el aparato comunicacional financiado por el Estado jujeño para propalar sus “mentiras”.
El cambio de la matriz productiva pregonado por Morales estaba asentado en la energía solar y la marihuana (primero recreativo y medicinal, luego sólo medicinal).
El proyecto de los parques solares Cauchari es un fracaso evidente, cada día produce menos en relación al mes del año anterior y la facturación ronda los 42 millones de dólares anuales, muy lejos de los 60 millones prometidos (sin contar impuestos), lo que nos va a generar una pérdida de unos 200 millones de dólares cuando haya que rehacer la compra de paneles en 20 años.
En cuanto a la marihuana, luego de asociarse a una empresa yanqui (Players Network) que tenía un pasivo de 50 millones de dólares a la firma del contrato, según nos informaba la Comisión de Valores (U.S. Securities and Exchange Commission) del Gobierno de los Estados Unidos en su página oficial (www.sec.gov), para producir marihuana con fines recreativos y medicinales.
La empresa yanqui que no sabemos de dónde salió ni cómo llegó a Jujuy, quebró en EEUU y tiró por la borda el proyecto de la marihuana recreativa.
Para este proyecto se hicieron millonarias inversiones que todavía no dan frutos. No estoy en contra del “cannabis medicinal”, pero sí me molesta el nepotismo de poner a alguien que no tiene ninguna experiencia en el rubro como su hijo Gastón Morales, y el ocultamiento de los números de la empresa; es decir, no poder conocer la ecuación financiera de la empresa Cannava SE, ya que, al fin y al cabo, son fondos públicos.
Cinco son los pilares tradicionales que tiene la economía de Jujuy: 1) la actividad tabacalera, 2) la actividad sucro-alcolera, 3) la actividad del turismo, 4) la actividad minera y 5) la fruti-horticultura. Obviamente esos pilares generan un sinnúmero de actividades complementarias, pero la matriz productiva es esta. Analicemos un poco cada caso.
Con Morales se perdieron 10.000 hectáreas de tabaco que se trasladaron a otras provincias, especialmente Salta. Eso significó 10.000 puestos de trabajo menos, además de “manotear” parte del Fondo Especial del Tabaco.
Cuando Aranguren, ministro de Macri, modificó la fórmula del precio del bioetanol, Morales no defendió la actividad ni las inversiones de los productores jujeños, se quedó callado, consintiendo la transferencia de recursos de los empresarios azucareros de la región a las empresas petroleras. Recordemos que Aranguren antes de ser ministro de energía era CEO y accionista de Shell de Argentina.
Ni que hablar de la novela del Ingenio La Esperanza, que luego del escándalo de los colombianos del Grupo Omega y las licitaciones atadas para Omar Leal (4 veces hicieron el acto con Omar Leal), lo vendieron sin empleados a un décimo de su valor, apurados por la mala gestión de Juan Carlos Abud Robles. Fui el primero en decir en todo Jujuy que los colombianos no eran serios, y se perdieron casi 3 años para hacer una licitación ordenada.
En materia de turismo, solamente en 6 años se aumentaron 1.426 camas nuevas, es decir a un ritmo de 237,67 camas anuales. En 2015 había 10.000 camas hoteleras, en 2021, las camas ascendían a 11.426. El crecimiento fue insignificante, y fue producto más de los empresarios jujeños que de la conducción del Estado.
Te recuerdo que el Ministro Federico Posadas se encuentra denunciado penalmente en la causa “Expte. Nº P-195.904/18, denuncia penal realizada por la diputada Alejandra Noemí Cejas contra Carlos Federico Posadas por los delitos de falsedad ideológica de instrumento público, abuso de autoridad y tráfico de influencias -expediente cajoneado por orden de Sergio Lello en el Ministerio Público de la Acusación-, por vivir en un baldío cuando fue nombrado (presentó un certificado de residencia trucho porque no reúne los requisitos constitucionales para ser ministro).
Con respecto a la actividad minera, Gerardo Morales se enteró por un “whatsapp” que le enviaron, que cerraba Minera El Aguilar. Jamás se explicó la causa del cierre de la mina, aunque desde el Gobierno provincial dijeron que se acabó la “veta” del mineral.
Perdón por la auto-referencia, pero escuchando a los trabajadores en esos días trágicos para la economía de Jujuy, ellos decían que no se había acabado la veta y yo les creía, entonces dije que la dueña de Minera El Aguilar, la multinacional suiza Glencore, se iba del país porque se había bajado la “tasa de ganancia” para ellos. Es más, como será que no se acabó la veta, que hace uno días desembarcó en El Aguilar una empresa minera nacional, la empresa Integra Capital: eso sí, sin empleados, a quienes desde Glencore indemnizaron con la mitad de lo que marca la ley, siguiendo el modelo del Ingenio La Esperanza, lo cual demuestra que los trabajadores mineros de El Aguilar y yo teníamos razón.
En tanto, la actividad de frutas y hortalizas no tuvo un programa de apoyo contundente. Es más, a los productores de Finca El Pongo los desalojaron para plantar marihuana en esas tierras.
Todas estas políticas de destrucción de aparato productivo comandadas por Gerardo Morales y ejecutadas por Abud Robles, condujeron a que la economía de Jujuy se achicase en 6,03 % los primeros 5 años de su gobierno, sin tener en cuenta el crecimiento demográfico que hace que caiga más el Producto Bruto Geográfico per cápita, que estimo en una caída de 13-14 % (ver gráfico 1).
A eso hay que sumarle que para el cambio de la “matriz productiva”, Gerardo Morales generó una deuda en dólares que hoy asciende aproximadamente a 1.850 millones (datos junio de 2021 del Ministerio de Economía de la Nación).
Para cancelar la misma, se necesitan casi 2 años de toda (absolutamente toda) la recaudación (20 meses para ser más exactos) de la provincia de Jujuy a valores 2021. La conclusión es que la deuda del Estado de Jujuy es impagable (ver gráfico 2), además de que supera varias veces la prohibición establecida por el art. 81 de la Constitución de Jujuy.
Eso significa que Jujuy va a estar entrampada en su desarrollo por los próximos 20 años, y las consecuencias de la gestión de Gerardo Morales van a ser más pobreza, más emigración, más delincuencia. Es decir, una menor calidad de vida.
Podemos afirmar, luego de 6 años de gobierno que, gracias a Gerardo Morales y la UCR de Jujuy, la provincia es más mucho más pobre y su futuro mucho más complicado.
Para terminar, como dice el grupo Estelares en su canción «Aire», esto no da para más…