En tres días fue borrada la aprobación de la interrupción voluntaria del embarazo
comunanet.com.ar // Domingo 03 de enero de 2021 | 20:04
Los columnistas principales de los medios opositores al Gobierno comienzan el año con una estrategia burda: negar hechos. En las notas centrales del domingo 3 de enero, los comentaristas de primer plano excluyen la aprobación de la interrupción legal del embarazo. Al lado, las notas sobre el incremento de contagios de coronavirus desconocen el comienzo de la vacunación en el país. Sigue la cruzada contra la Sputnik V, aunque cada vez con menos recursos.
La continuidad de la estrategia de desprestigio contra esa vacuna, que marcó el comienzo de la semana en Clarín, Infobae y La Nación, fue desplazándose lentamente hacia el ocultamiento del tema, con infaltables toques de manipulación de datos y hasta una sorprendente solidaridad de Carlos Pagni con el “pueblo ruso”, por las dosis exportadas a la Argentina.
Van der Kooy en Clarín, Morales Solá en La Nación, Tenembaum en Infobae, escribieron el domingo sin mencionar la sanción de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, promesa de campaña e iniciativa de Alberto Fernández cuya coronación actúa como una aplastante desmentida a los relatos diarios de un Presidente que no sabe lo que hace, contradictorio, que solo acata “órdenes” y que no para de acumular “fracasos”.
“Sigue generando dudas”, “falta información” sobre la vacuna, fueron eslóganes opositores replicados el lunes por Paula Galinsky en Clarín, que al día siguiente, cuando comenzó la vacunación, rotuló “expectativa y desconfianza”. Al editor Vaca lo enfureció la alegría del Presidente por el comienzo de la aplicación de “300 mil dosis de la vacuna menos usada en el mundo”. Y la vacunación empezó, sí, tecleó Pagni en La Nación, pero “con opacidad” y dosis “sustraídas al pueblo ruso”.
El mismo día, Letjman se ocupó en Infobae de la prioridad de estos medios: por qué no hubo acuerdo con Pfizer, aunque al menos sinceró que esa multinacional aumentó sus exigencias.
Como la decisión es combatir toda esperanza, Clarín tituló el miércoles: “La vacunación arrancó en medio de un rebrote de los contagios”. De casualidad nomás, coincidió La Nación: “La vacunación coincide con un aumento de casos”.
Y así siguieron aunque con un retiro paulatino del tema, salvo uno de los habituales exabruptos de Lanata en la radio del Grupo Clarín, publicitada por el diario. Como la aprobación en Reino Unido de la vacuna de AstraZeneca tampoco es una noticia cómoda para estos opositores, Infobae tituló el jueves: “Por qué la Agencia Europea de Medicamentos todavía no aprueba la vacuna de Oxford-AstraZeneca”.
El sábado, sin embargo, mostró por fin una diferencia en el tratamiento de los hechos entre Clarín y La Nación, algo infrecuente en los últimos años. Clarín quiso alertar con los “efectos adversos” de la Sputnik, con 317 afectados. Mucho hay que leer hacia abajo para enterarse que la cifra representa 1 por ciento de los 32.013 vacunados hasta el 30 de diciembre, y que en el 99,3 por ciento de los afectados los malestares fueron menores y pasaron en pocas horas. Esta vez más decente, La Nación lo presentó así: “Solo el 1 por ciento presentó reacciones adversas a la Sputnik V”.
Pero este diario volvió el domingo a las andadas: dio lugar muy destacado a un “análisis” de The Economist contra el Gobierno por el acuerdo con Rusia, un artículo más dentro de la abierta lucha geopolítica y económica respecto de este tema. De inmediato lo imitó Infobae, con la difusión del mismo artículo, mientras Tenembaum dedicaba toda su nota al rebrote, pero olvidándose de que la Argentina está vacunando. Una prueba de su promocionada “equidistancia” periodística.
La aprobación de la interrupción legal del embarazo tampoco les sentó bien. Clarín le dio tanto espacio al tratamiento en el Congreso como a su deseo de una crisis entre el Presidente y el papa Francisco, anunciado reiteradamente en las últimas semanas. “Desesperado por un triunfo”, tipeó Van der Kooy el miércoles sobre el mandatario, quien “improvisó una minúscula campaña de vacunación”. Sí, en el mismo diario en que se desplegaron títulos fastuosos por la llegada de diez mil dosis de Pfizer a Chile. Y el jueves envió la aprobación casi al subsuelo de la portada, pero para atenuar el impacto positivo para el Gobierno avisó que “los celestes recurrirán ante la justicia”. Más ajustada a la envergadura de la novedad, que repercutió en todo el mundo, La Nación le dedicó el primer título, a toda página.
Y se terminó: este hecho que es un hito en el país y en la gestión presidencial ya no fue motivo de “análisis político”
En cambio, privilegiaron otros temas. Como es ya habitual, Clarín publicó el miércoles una andanada contra el juez Obligado, al que le exigía mandar a prisión al ex vicepresidente Amado Boudou, presión a la que el magistrado respondió con plena eficacia al día siguiente, sin esperar informes que él mismo había requerido. El redactor Abascal llegó a publicar que el proyecto sobre el aborto obedeció a una estrategia presidencial de “distracción” en torno de la situación de Boudou.
Del último domingo de 2020 al primero de 2021 Clarín siguió trabajando en la interna del PJ bonaerense, publicando casi todos los días lo mismo: hay intendentes que se oponen a que Máximo Kirchner sea la autoridad partidaria del distrito. Sin embargo, Van der Kooy reprocha el domingo 3 la “resignación protagónica del peronismo”. Tal vez quiso decir que el peronismo resigna protagonismo, quien sabe. En cualquier caso, La Nación e Infobae copiaron el mismo discurso.
El 2020 terminó con varias groserías mediáticas. Una de La Nación, que sobre la interrupción voluntaria del embarazo hizo un artículo que creó un “contrapunto” entre el Presidente y la animadora de TV Viviana Canosa, por los mensajes en internet que cada uno emitió por su lado.
En el mismo diario, el miércoles 30, se publicó una nota que pide la reconstrucción de la industria audiovisual argentina tras la pandemia. El problemita es que firma Silvana Giudici, la extremista del PRO que tantos servicios presta al Grupo Clarín y que en su gestión en ENACOM no hizo más que contribuir a la destrucción de esa misma industria.