Las relaciones comerciales con China: ¿cooperación o dependencia?; las implicancias que pueda generar en las relaciones con el FMI y Estados Unidos. Además, los planes industrialistas de la gestión de Alberto Fernández. Columna semanal de Juan Carlos Junio, secretario general del Partido Solidario y director del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, para #NoNosQuedaOtra AM 740 Radio Rebelde.

China: ¿el principal socio comercial de Argentina?

“China es un país distinto, no solo porque es una civilización milenaria, porque es una cultura oriental con religiones orientales, sino que la emergencia en esta época de China, justamente después del triunfo de la revolución del ’49, que la constituyó en una democracia popular socialista liderada por Mao Tse-Tung; a partir de ahí, con altos y bajos, comienza un periodo de desarrollo del socialismo, más que nada en los últimos treinta años desde Deng Xiaoping, que es el continuador de Mao, pero que introduce las famosas reformas económicas donde Deng Xiaoping acepta la introducción de variables capitalistas al proyecto socialista; es decir, acepta que para crecer y salir de una situación de atraso milenario, se establezcan en una parte de la economía china, relaciones de producción y de trabajo de tipo capitalista que posibilitaría lo que ellos llaman el desarrollo de las fuerzas productivas, y que convivan con las formas socialistas, tanto estatales como cooperativas“.

“LAS RELACIONES QUE SE PLANTEA CHINA CON TODO EL MUNDO, Y EN ESTE CASO CON AMÉRICA LATINA, SON RELACIONES DE COOPERACIÓN MUTUA”

“Este proyecto que es de una enorme complejidad, ha sido un proyecto triunfante, China pasó de una situación de atraso milenario y de hambrunas en el siglo XX, a ser una potencia mundial, y lo principal, es que su pueblo, los trabajadores, fundamentalmente, han crecido en su nivel de vida de forma espectacular.

Ya se habla que hay 500 millones de personas que ellos denominan de clase media que tienen ingresos iguales a la clase media norteamericana y se proponen que en el 2025 esos 500 millones sean 800 y en el 2030 ya sean 1000 millones. Ya es un país próspero, con un enorme desarrollo científico, en la productividad, en la ciencia de punta, etc”.

“Yo creo que las relaciones que se plantea China con todo el mundo y en este caso con América Latina, son relaciones de cooperación mutua y no imperiales, de quedarse con las riquezas naturales de los países. Los créditos chinos, por ejemplo, son créditos blandísimos. Los créditos de las represas del sur que Macri congeló, te daban el 85% de la inversión, y la devolvés con 5 años de gracia a 15 años por delante, la devolvés con el producido de la inversión.

Con nosotros, lo central, es que China nos compra todo tipo de productos del agro: nos compra mucha carne porcina, industria también, y tienen una gran disposición de invertir en trenes, ferrocarriles, a invertir en Argentina como Estado y con sus industrias del Estado para cosas que son de amplio desarrollo para la Argentina. Creo que para Argentina y América esto nos puede ir oxigenando de la gran dependencia que tenemos de las grandes corporaciones mundiales capitalistas de Estados Unidos y Europa”.

“VEO AL GOBIERNO CON UNA POSICIÓN AUTÓNOMA RESPECTO DE LAS RELACIONES QUE TIENE CON EL FONDO Y EL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS”

“La negociación con el Fondo Monetario es una negociación muy densa, le debemos 45 mil millones de dólares, no lo subestimo, pero con toda franqueza creo que con la relación con China el gobierno tiene una gran determinación de autonomizarla en las negociaciones con el Fondo, y de establecer políticas de largo plazo de fuerte vínculos con China.

Hay una voluntad política del gobierno argentino que es muy autónoma, el gobierno tiene una clara conciencia de que es una gran oportunidad de sacar a la Argentina del marojo* en el que estamos con una fuerte relación comercial, política y diplomática con China. Claro que hay presiones de Estados Unidos y de Trump, y si mañana no está Trump, que es probable, las presiones por el tema chino en América Latina van a seguir porque es una disputa estratégica mundial”.

La decisión final es de Argentina

“Nosotros tenemos que hacer lo que hicieron ellos y lo que hace cualquier país independiente, nosotros tenemos que tomar nuestra propia decisión de desarrollar la industria agraria. Los chinos nos van a comprar ese producto. Somos los principales exportadores del mundo de harina, de soja y aceite: los chinos nos compran y si no nos compran, la decisión de industrializar es nuestra y si no la hacemos es problema nuestro.

El proyecto de Alberto Fernández y Cristina Kirchner es un proyecto industrialista; a partir de esa propia decisión tenés que afrontar las complejidades de la comercialización internacional de tus productos. No creo que tengamos una contradicción importante con los chinos. Nuestra reprimarización histórica en Argentina desde hace 210 años no es por las relaciones con China, sino por las grandes potencias capitalistas y la oligarquía criolla”.