(Por Walter Onorato - @WalterOnorato) En la Ciudad de Buenos Aires, el Ente Único Regulador de los Servicios Públicos ejerce el control, seguimiento y resguardo de la calidad de los servicios públicos cuya prestación o fiscalización se realiza por la administración central y descentralizada o por terceros. Esto es en la teoría para lograr “la defensa y protección de los derechos de sus usuarios y consumidores, de la competencia y del medio ambiente, velando por la observancia de las leyes que se dicten al respecto.”

Entre los servicios que se encuentran bajo su control se debe mencionar al “transporte público de pasajeros y por tratarse de un servicio público local, compete al Ente Único el ejercicio de las funciones enumeradas en el Art. 3º de la Ley Nº 210 (1), sin ningún tipo de limitación, independientemente de la calidad de las normas que integran el marco regulatorio;

Al respecto, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires inició con el Expediente Nº EX-2018-00001705-EURSPCABA “a raíz del Plan de Control correspondiente al mes de mayo de 2018” una serie de denuncias debido a la falta de funcionamiento de escaleras mecánicas y ascensores en diferentes estaciones de subterráneos a cargo de la empresa Metrovías. Estas son:

TRIBUNALES (ascensor de anden a superficie)

FACULTAD DE MEDICINA (ascensor Catedral y Congreso de Tucumán)

AGÜERO (escalera de hall boletería a salida noroeste Santa Fe 2915)

JURAMENTO (escalera mecánica nº 38 hall boletería a salida noroeste a Cabildo 2025 / ascensores nº 1 hall a superficie y nº 2 anden Congreso de Tucumán a hall)

CALLAO (escalera de hall boletería noroeste a salida Córdoba 1811 / ascensor de anden a superficie)

CONGRESO DE TUCUMAN (ascensor nº 2 hall a andén central)

PUEYRREDON (escalera de andén central a hall boletería, identificada la misma con el nro. 10) - 9 DE JULIO (escalera de hall boletería norte a salida Avenida Sáenz Peña 979), de la Línea D;

La empresa operadora de las seis líneas de la Red de Subte y el Premetro en la Ciudad de Buenos Aires, Metrovías, perteneciente a la unidad de negocio de Transporte del grupo Roggio realizó un descargo donde alegaba “que las escaleras y ascensores deben ser intervenidos exclusivamente por los conservadores autorizados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que muchos de los equipos se encuentran en garantía, que ha habido complicaciones en torno a la importación de los repuestos para los equipos y que existe vandalismo y mala utilización de los pasajeros.”

Además de los descargo y la utilización de recursos legales con el claro objetivo de lograr dilatar el pago de una multa, la empresa Metrovías no pudo evitar que hasta la justicia se expida en el caso, reconociendo que la empresa no se vio afectado de forma alguna el derecho de defensa. (Cfr. Votos de las Dras. Ana María Conde e Inés M. Weinberg en los autos "Metrovías SA c/ Ente Único Regulador de Servicios Públicos de la Ciudad de Buenos Aires s/ otros rec. judiciales contra res. pers. públicas no est. s/ recurso de inconstitucionalidad concedido" Expte. n° 12867/15 y su acumulado Expte. N° 12644/15);

De esta manera las restantes consideraciones planteadas en el descargo ofrecido por la empresa Metrovías no consiguió eximirse de la responsabilidad y una serie de escritos presentados por Metrovías tuvo el único objeto de producir dilaciones en el trámite de las actuaciones. A tal efecto el Gobierno de la Ciudad mediante el informe IF-2019-00012606-ALyT del Área Legal y Técnica ratificó y sugirió "...que el monto de la sanción que corresponde aplicar a Metrovías SA es de $64.636.- (pesos sesenta y cuatro mil seiscientos treinta y seis con 00/100)".

La cuestión es que la empresa del Grupo Roggio debe pagar una multa irrisoria, un valor insignificante, por el no funcionamiento de las escaleras mecánicas, ni los ascensores en infracciones labradas hace 2 años. Lo que demuestra una incapacidad del gobierno de Larreta de poder controlar a la empresa que se encuentra a cargo del servicio de subterráneos. La idea de que Larreta es un buen administrador de la cosa pública es realmente un mito que subsiste gracias a la protección mediática.