La interventora de la Agencia Federal de Inteligencia, Cristina Caamaño, se refirió al estado actual del organismo y a su nuevo rol en esta nueva etapa del país. Afirmó que “el estado de derecho está ingresando a la AFI, se terminaron las relaciones promiscuas con el servicio de la administración de justicia, que tanto mal le hicieron al país en los últimos años”.
radiocaput.com // Lunes 25 de mayo de 2020 | 09:28
Cristina Caamaño aseguró que “uno de los cambios más notorios” en el organismo a partir de su intervención, es que “el estado de derecho está ingresando a la AFI”. Sostuvo que “esto se da a través de políticas de transparencia, que se implementaron primero con una resolución como interventora, pero luego por un decreto del presidente por el cual se modificó la ley. Por lo tanto se terminaron las relaciones promiscuas con el servicio de la administración de justicia, que tanto mal le hicieron al país en los últimos años”.
Caamaño agregó que “ahora la producción de inteligencia es estratégica, no va hacia la persecución y extorsión política, sino hacia las situaciones a las que realmente se tiene que dirigir una inteligencia ‘inteligente’, como pueden ser los temas de terrorismo”. Asimismo, señaló que se comenzó a “publicitar lo que hace la administración”, y en ese sentido es que “se hizo ingresar a la Sindicatura General de la Nación (SIGEN)”, con el objetivo de “controlar los procedimientos administrativos y también los gastos”.
En relación a la incorporación de los derechos humanos afirmó que se generó un protocolo “contra la violencia de género en el ámbito laboral, que ya está en marcha, y en el que ya la gente ha empezado a denunciar.”
“Creo que por el poco tiempo que llevamos, estamos haciendo cosas que deberán quedar, y que va a ser muy difícil dar marcha atrás”.
Caamaño explicó que la AFI incumplía con la ley de administración financiera. “No se registraban los gastos de acuerdo a lo establecido por la norma vigente para todo organismo del Estado”, indicó, y aseguró que “eso también ahora se está clarificando, al igual que el registro del presupuesto y el financiamiento, tal como salió hace pocos días en los diarios, que pudimos publicar por primera vez el presupuesto y el monto de los gastos reservados. Eso dio la posibilidad de que el Ejecutivo transfiera una de estas partidas hacia el combate de la pandemia”.
Respecto a los cambios producidos a todo nivel por el avance de la pandemia de coronavirus, y el rol particular del organismo en estas circunstancias, la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia manifestó: “estamos viendo cuáles son los temas que despertó la pandemia, para empezar a ver la inteligencia desde otra perspectiva. Ya no desde el ‘enemigo interno’, ese que pinta las paredes de la iglesia con ‘No al Aborto’, y entonces la inteligencia lo sigue y habla de ‘grupos anarquistas’, algo que vemos como recalcitrante, sino justamente poder introducirnos en lo que pasa dentro del país, con los recursos naturales, y también fuera del país, ahora que vamos a tener una situación de mucha pobreza, de mucho desempleo. Hay que ver cómo se traducen esas cosas desde el punto de vista de la inteligencia”.
En cuanto al aspecto operativo de la AFI propiamente dicho, Caamaño sostuvo que “es lo que nos replanteamos en cada momento, porque vemos que la inteligencia, así como fue planteada cuando nosotros ingresamos a la AFI es una inteligencia vieja, antigua. Necesitamos un recambio generacional, una nueva visión sobre lo que es la inteligencia y apoyarnos mucho en la Escuela Nacional de Inteligencia. Esperamos avanzar con eso y poder colaborar desde la AFI con lo que precisa realmente el presidente, y no estar persiguiendo gente porque pertenece a determinado grupo político u organización no gubernamental”.
En referencia a la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI), explicó que durante la gestión anterior no se dieron cursos, sino algunas clases que se cobraban. “Lo tenían como un kiosquito, donde podía ir gente de afuera”, señaló. “Obviamente, si va gente de afuera, los agentes, los espías no van, porque ahí hay una contradicción: ellos no quieren ser reconocidos. Ahora vamos a empezar a utilizar la ENI para que se formen nuestros agentes, y para que la gente que querramos que ingrese también pase por ahí, con el fin de poder determinar si realmente sirven para el rol para el que quieren acceder.
Y luego seleccionar quiénes son los mejores para que trabajen en la AFI. Esto nunca se ha hecho, porque la mayoría ingresaba por amiguismo. Ahora implementamos el curso básico de ingreso, acorde a la misión establecida con las correspondientes carreras de formación que se van a dictar en la ENI. Allí no hay una materia puntual sobre derechos humanos, sino que las materias están todas atravesadas por los derechos humanos”, concluyó.