Otra vez el supermercado Coto en el centro del escándalo: un hombre de 70 años, Vicente Ferrer, que se llevaba sin pagar queso, aceite y un chocolate de una sucursal de San Telmo (Buenos Aires) murió de un infarto como consecuencia de la paliza que le dieron dos custodios del lugar, no conformes con haber recuperado la mercadería. Ferrer sufría de demencia senil.
Sábado 24 de agosto de 2019 | 08:17
(Por Sergio Villone) El episodio ocurrió el viernes 16, en el Coto de Brasil 575. "Los testigos me contaron que el hombre se resistió hasta que pudo, pero cuando cayó al suelo, le pegaron patadas en el piso y cuando yo lo vi, me parece que ya estaba muerto", le relató a Página/12 Nicolás Ramos, vecino del barrio y fotógrafo, quien registró la escena que ilustra esta nota. Luego de golpearlo, y dejarlo desvanecido, "lo arrastraron hasta el frente de la panadería" que está en la misma cuadra. Los autores del crimen están detenidos.
Nicolás fue increpado por los dos policías, molestos porque fotografiaba lo que estaba pasando. "Me dijeron varias veces que me fuera, que dejara de sacar fotos, pero yo seguí porque con otros vecinos de San Telmo nos estamos comunicando porque en los últimos tiempos hay mucha policía y mucha violencia policial, pero los robos siguen como si nada".
La mayoría de los vecinos que se habían reunido, sólo miraban y comentaban entre ellos lo sucedido, pero "un joven que vive en la calle, los increpó a los policías y también a los de seguridad de Coto". A ellos les dijo: "Ustedes le pegan así a la gente por robar comida y les pegan porque no saben lo que es tener hambre".
Este luctuoso incidente se suma a otros escándalos protagonizados por la empresa propiedad de Alfredo Coto, un hombre muy cercano al presidente Mauricio Macri, al punto de haber prestado su empresa para algunos actos presidenciales.
El más resonante fue el hallazgo de un arsenal enorme en una sucursal de Paysandú al 1.800 de Buenos Aires. Coto tenía escondidas 227 granadas, 41 proyectiles de gases, 27 armas de fuego y 2 de lanzamiento, 3.886 municiones, 14 chalecos antibala, 22 cascos tácticos sin número visible, un silenciador y 9 escudos antitumultos.
La mayoría del armamento hallado pertenecía a la Policía Federal y a la Prefectura, fuerzas bajo comando de Patricia Bullrich. Había además armamento con los números de serie adulterados, otro con la numeración limada y otros tantos con permisos vencidos.
En diciembre, la Cámara Federal porteña desprocesó a Alfredo Coto y a su hijo Germán porque dado el tamaño de la empresa que manejan, aseguraron los jueces, podían no estar al tanto de los temas vinculados con la seguridad comercial de la firma. Los Coto dijeron que las armas estaban alojadas en su empresa para prevenir saqueos.
Alfredo Coto es el décimo noveno hombre más rico del país, con una fortuna valuada en 1.100 millones de dólares. Parte de ese dinero logró blanquearlo gracias a la medida tomada por el presidente Macri en su primer año de gobierno para favorecer a evasores fiscales.
A través de esa maniobra disimulada por el macrismo con la "Reparación Histórica" para los jubilados, Coto limpió 7.000 millones de pesos, y se convirtió así en el empresario que más aprovechó la decisión del oficialismo, con la cual hasta la propia familia presidencial se vio beneficiada: Gianfranco Macri blanqueó 4 millones de dólares.