Bonadío aceptó como querellantes a familiares de víctimas del atentado a AMIA en la causa contra Timerman por “traición a la Patria”.
Martes 02 de agosto de 2016 | 21:01
Como se anunció en Clarín hace algunas semanas, existe un plan articulado entre diversos actores que tiene como objetivo reabrir la denuncia de Nisman contra Cristina Fernández de Kirchner por encubrimiento del atentado contra la AMIA, a pesar de que ha sido desestimada por inexistencia de delito en todos los estadíos judiciales, incluso la Cámara de Casación.
Ese plan tuvo hoy un paso más hacia adelante, a partir del accionar de una de las espadas principales del Partido Judicial contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner: el juez federal Claudio Bonadío.
En el día de hoy se conoció que Bonadío aceptó como querellantes a dos familiares de víctimas del ataque terrorista en una causa que abrió contra Timerman por el delito de “Traición a la Patria”. El objetivo de todos -juez y partes- es lograr el desarchivo de aquella denuncia de Nisman que a días de ser presentada fue desmentida incluso por los organismos internacionales como Interpol.
Trascendió que Bonadío analiza también ordenar las 50 medidas de prueba solicitadas en su momento por el fiscal Pollicita, amigo de Nisman, a Daniel Rafecas. La decisión de Bonadío ocurrió el mismo día en que la DAIA también le pidió a Rafecas reabrir la investigación por la denuncia de Nisman.
De este modo, se especula con la posibilidad de que si Rafecas niega la reapertura de la causa -como se estima que sucederá- Bonadío intente replicar la imputación en una causa bajo su dirección.