En 2008, cuando la guerra entre Clarín y el kirchnerismo comenzó, Héctor Magnetto le había solicitado a Néstor Kirchner el acceso al negocio de las telecomunicaciones; quería comprar Telecom. El expresidente se negó y comenzó el histórico enfrentamiento.

En ese marco se sancionó la Ley de Medios con un amplio consenso en el Congreso de la Nación: no fue una norma aprobada por mayoría automática y muchos sectores de la oposición apoyaron la sación.

Desde que Macri asumió ha gobernado por decreto proscribiendo al peronismo que tiene mayoría en el Congreso de la Nación y la intervención del AFSCA y AFTIC no fue la excepción.

Al anunciar el desplazamiento de Sabbatella el macrismo anunció que no cumplirá con la Ley que prevé que el títular del AFSCA permanezca en su cargo hasta 2017. Asimismo, el "milico" Aguad anunció que la Ley de Medios sufrirá modificaciones. En medio de aseveraciones con poco conocimiento de regulación y tecnicismos comunicacionales, el ministro de Macri dejó la puerta abierta para aquel pedido de Héctor Magnetto a Néstor Kirchner, el ingreso de Clarín al negocio de las telecomunicaciones.

Aguad, al anticipar que habrá convergencia en la regulación de telecomunicaciones y medios, adelantó un cambio en el paradigma las telco pasarán a tener un rol protagónico en el mapa de medios argentino. Pero en medio del río revuelto, Clarín, se quedaría con una frecuencia de 4G y lograría ingresar al negocio de las telecomunicaciones.

El ancho de banda al que aspira Clarín le sirve también para proveer contenidos en forma de paquetes de datos, sector que no se encuentra regulado por la ley de medios.

Clarín pondrá su pie en un negocio al que siempre aspiró, las telecomunicaciones en todo su esplendor. Hasta el momento sólo proveía internet con Fibertel pero ahora podrá aspirar a brindar, también, telefonía celular.

El pago del macrismo a su principal socio político en la carrera a la Casa Rosada fue inmediato y, al igual que con la Corte Suprema, se trata de un incumplimiento evidente de la Ley. El Presidente "Mau" está dispuesto a gobernar fuera de la Ley para pagarle a sus socios principales: ya lo hizo con Lorenzetti, ahora con Clarín.