Es un ilustre popperiano de las revistas del corazón

Para Vargas Llosa, una especie de gendarme de la derecha iberoamericana, el kirchnerismo, de cara al balotaje del 22 de noviembre, apelará a "la intimidación, el soborno y el fraude, para evitar una derrota electoral” y “se va a defender con uñas y dientes”.

Luego de admitir haber "celebrado el domingo 25 los resultados de la primera vuelta con un entusiasmo juvenil", el novelista radicalizó su posición al afirmar que "el fenómeno peronista es más misterioso que el del pueblo alemán abrazando al nazismo y el italiano el fascismo".

Finalmente, el ensayista aseguró que hay una condición para que la Argentina “vuelva” a ser del primer mundo: "La condición es que en la segunda vuelta electoral, el 22 de noviembre, gane Mauricio Macri y el electorado confirme el rechazo frontal que ha recibido en la primera el kirchnerismo, una de las más demagógicas y corruptas ramas de esa entelequia indescifrable llamada peronismo".

En respuesta al peruano, Alemán expresó que “el joven escritor muere de ilusión por la libertad que vendría con Macri. Como he tenido la suerte de que no me interesó nunca su obra, tampoco cuando decía ser de izquierda, no siento ninguna contrariedad en aborrecer su participación en cuanto operación canalla se monte con respecto a Latinoamérica”.

“Mis respetos a los que lo consideran un buen escritor. Mi juicio parcial, sin duda, viene de mi lejana juventud donde sólo pude amar a los autores, que corrían riesgos con su escritura más allá de que fueran de izquierdas o derechas”.

Para Alemán, Vargas Llosa es un “ilustre popperiano de las revistas del corazón”, que “vuelve con el antiquísimo recurso de comparar el nazismo con el peronismo y el blablablá del pueblo culto que, sin embargo, no está inmunizado al totalitarismo”.