Con la salida del Frente Renovador del intendente de Merlo, Raúl Othacehé, ya son seis los intendentes que abandonaron a Massa en pocas semanas. El destino de sus éxodos es un termómetro de la correlación de fuerzas políticas: cuatro fueron al FpV y dos al PRO.
Andrés Brown Redacción En Orsai // Jueves 28 de mayo de 2015 | 14:00
El Frente Renovador surgió hace menos de dos años, con base territorial en los intendentes. Sin embargo, en el último año, y de manera muy pronunciada en las últimas semanas, el espacio de Sergio Massa sufrió una sangría de la que difícilmente se reponga.
Por otro lado, las presiones para que se asocie con Mauricio Macri, ya sea con Massa como candidato a gobernador o como una especie de colectora de la oposición ampliada, son cada vez mayores.
Todavía no está definido que hará Massa, pero la sangría de los intendentes da una pauta de la correlación de las fuerzas políticas a pocos meses de las PASO.
Raúl Othacehé, intendente de Merlo, ya acordó su regreso al Frente para la Victoria y mañana formalizaría su salida del massismo en una nueva aparición junto a Daniel Scioli.
Othacehé sigue los pasos de sus pares de Pilar y Escobar, Humberto Zúccaro, y Sandro Guzmán. Darío Giustozzi, hombre fuerte de Almirante Brown, también merodea el kirchnerismo junto al actual intendente Daniel Bolettieri.
Por otro lado, Gustavo Posse (San Isidro) y Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas) están volviendo al PRO de Mauricio Macri y buscarían la reelección en sus municipios.
Otros nombres en danza son los del intendente Luis Acuña de Hurlingham, tironeado por el Frente para la Victoria y el PRO. También Gabriel Katopodis de San Martín y José Eseverri de Olavarría son codiciados, aunque todavía se mantienen el FR..
Dentro del conurbano, zona clave de cara a las PASO, hay veinte municipios gobernados por el FpV, seis por el FR y tres por el PRO. Aunque de los seis que le quedan al massismo, hay versiones, operaciones y rumores de nuevas fugas.
Ese conglomerado representa aproximadamente el 70% del padrón provincial y el 23 o 25% del nacional.
De forma indirecta, este panorama también debilita a Macri, porque los fugados tienden a acercarse al FpV antes que al PRO. Así, la caída de Massa termina siendo perjudicial para Macri, quien aspiraba a llegar a una segunda vuelta contra Daniel Scioli, y en esa instancia capitalizar los votos de Massa.
Por ahora, de los seis intendentes que abandonaron a Massa, cuatro fueron para el FpV y sólo dos para Macri.