EDUCACIÓN

Nadie aprende repitiendo (y la provincia de Buenos Aires lo sabe)

(Por Silvia Andrea Vázquez) La provincia de Buenos Aires ha tomado la decisión, democráticamente consensuada por el Consejo General de Educación, de implementar cambios en la educación secundaria a partir de 2025, cambios que incluyen un nuevo régimen académico y la elaboración de nuevos diseños curriculares.

Nadie aprende repitiendo (y la provincia de Buenos Aires lo sabe)

Martes 11 de junio de 2024 | 09:25

Nadie aprende repitiendo (y la provincia de Buenos Aires lo sabe)

Uno de los puntos más destacados es que ya no se repetirá un año completo, sino que solo se recursarán las materias desaprobadas. Este tema ha generado un tsunami de anuncios catástrofes en los medios hegemónicos de "incomunicación" y una multiplicidad de apreciaciones propias de ignorantes que sobreactúan su preocupación por la calidad educativa.

¿Cómo son los cambios propuestos?

Según el nuevo régimen académico, se permitirá que los alumnos recursen únicamente las asignaturas que no aprobaron, evitando que, al repetir todo el año, tengan que cursar aquellas en las que ya obtuvieron buen desempeño; por otro lado las materias desaprobadas se intensifican o recursan hasta que los estudiantes adquieran los conocimientos.

El período de intensificación implica ofrecer al inicio y final de cada cuatrimestre más horas de clase, es decir más tiempo de estudio acompañado para aquellos estudiantes que tengan aprendizajes pendientes.

El mito de la repitencia

Más allá de los discursos decimonónicos que asocian repitencia a exigencia académica y justo correctivo para “los vagos" que no estudian, cualquier investigación pedagógica medianamente seria revela que la repitencia en la escuela secundaria es el primer indicio de los mecanismos que impulsan a muchos estudiantes a abandonar un nivel educativo fundado en un mandato de selectividad.

En el “mejor” de los casos, mejor en el sentido de alguien que sigue peleando contra viento y marea por sostener alguna forma de escolarización, es el paso anticipado de adolescentes de la secundaria común a la modalidad de adultos.

La definición por la cual un estudiante que adeuda la aprobación de 2 o 3 asignaturas

debe “repetir” el año completo es un mecanismo funcional a una escuela que, en lugar de valorar los aprendizajes que sí logró (las 8 o 9 asignaturas que sí aprobó), lo castiga sometiéndolo a “hacer todo de nuevo” y poniéndole freno a su trayectoria escolar.

Y como siempre el fenómeno de la exclusión por la reiteración de experiencias de fracaso afecta fundamentalmente las trayectorias de los estudiantes provenientes de sectores más humildes.

Nadie aprende repitiendo

La repitencia suele ser abordada como producto del fracaso individual de algunos estudiantes y no como un problema institucional, ya que en la tradicional cultura selectiva de la educación secundaria argentina está bien visto un tipo de “exigencia” que menoscaba la importancia de reflexionar sobre qué propuestas de enseñanza se ponen a disposición de los estudiantes y su relación con lo que se les exige y evalúa.

La idea de “aprender por repetición” es una concepción definitivamente desechada a partir de las investigaciones didácticas desde mediados del siglo XX, ya que es absurdo pretender que la simple reiteración de similares condiciones y estrategias de enseñanza genere más y mejores aprendizajes

¿Cómo se construye la oposición a estas transformaciones?

No existen investigaciones que hayan demostrado que los estudiantes aprenden más cuando repiten, y como bien señaló el Director de Escuelas bonaerense, Alberto Sileoni, es absurdo pensar que sólo hay exigencia si repetís.

Entonces ¿por qué ahora hay tanto cuestionamiento cuando en el año 2022 la ministra Soledad Acuña estableció un Régimen Académico con muchas similitudes para la educación secundaria de la Ciudad de Buenos Aires? Salvo porque estamos ante un gobierno que se necesita desviar la atención de un Ministerio acusado de corrupción, de contratos truchos, de desfinanciar la educación y de sostener una crueldad casi delictiva de no entregar alimentos, es poco explicable que se opongan a reformas educativas que tratan de fortalecer la escolarización de los estudiantes y mejorar sus aprendizajes.

Que el diputado Finocchiaro, principal sostén legislativo y vocero de la educación de LLA, trate de aberración populista, ceterista y kirchnerista a una reforma educativa en la que no se interiorizó, que tiene semejanzas con regímenes implementados con éxito en Estados Unidos, Inglaterra y Francia, y hasta en el distrito que gobierna su propia fuerza política, es una muestra de su propia incompetencia técnica e incontinencia tuitera

Finalmente

Quienes trabajamos por una educación de calidad para todos, entendemos que la escuela secundaria y los profesores están para enseñar, no para sostener estrategias cuya consecuencia es descartar a los estudiantes que no aprendieron ni para castigar desenganchando las trayectorias de quienes no alcancen los resultados esperables.

Preferimos apostar por estas reformas que ponen a disposición de los estudiantes una escuela que no va a dejar de darle oportunidades educativas, que porque le importan los pibes y las pibas no va a dejar de proponerles una y mil formas de aprender.

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