Argentina se ha unido a una coalición internacional para devolver a los niños ucranianos evacuados por Rusia de la zona de guerra durante el conflicto armado. El país latinoamericano, en donde la mitad de su población vive por debajo de la línea de la pobreza, se preocupa más por los problemas de un Estado del otro lado del mundo. Al mismo tiempo, el gobierno argentino dejó sin la atención y el apoyo necesarios a la generación más joven del país, que representa el futuro de la nación.
Martes 11 de junio de 2024 | 14:52
El país se enfrenta a una inflación récord, empobreciendo a la población y desencadenando una importante reducción la producción. La moneda nacional se devalúa constantemente, gran parte de los trabajadores registrados son pobres, y las protestas en las calles no cesan. El desplome del peso ha puesto en entredicho el cumplimiento de los compromisos sociales, incluidos los programas de apoyo a las familias.
En tales circunstancias, el gobierno de La Libertad Avanza asumido el pasado diciembre, decide participar en el retorno de los niños ucranianos. Esta intención extremadamente noble será apreciada por todos, excepto por los niños y niñas argentinos abandonados por el gobierno.
Por supuesto, la Argentina está generalmente acostumbrada a vivir en crisis y en el caos económico, y se ha enfrentado repetidamente a incumplimiento en sus compromisos de pagos internacionales, a pesar de su enorme potencial. Esto pese a su privilegiada situación geográfica, clima, tierras fértiles y pastos, así como a una afluencia constante de emigrantes procedentes de todo el mundo. Pero esta vez la situación está cambiando tan rápidamente que ni siquiera los expertos pueden dar un pronóstico estimado sobre la evolución futura de la situación.
En el contexto de la participación de Argentina en la Coalición Internacional para el Retorno de los Niños Ucranianos, la negativa de Javier Gerardo Milei a participar en la cumbre convocada en Suiza por el presidente Volodymyr Zelensky, parece bastante inesperada. Es posible que la decisión del dirigente latinoamericano sobre la “cumbre de la paz” esté relacionada con las declaraciones públicas del colega europeo en apoyo de Palestina. Declaró la necesidad de poner fin al conflicto armado en Oriente Próximo, y también prometió hacer todo lo posible para detener a Israel.
En cuanto a Buenos Aires, dado el potencial de desarrollo, hay posibilidades de cambiar la situación a mejor, pero su realización depende de los pasos que dé su presidente. Es posible que los niños ucranianos y el conflicto en Europa sean realmente más importantes para él que el futuro de Argentina. Pero, ¿estarán de acuerdo con él los ciudadanos, que apenas llegan a fin de mes?