La obra que fue anunciada por la administración de Horacio Rodríguez Larreta a fines del 2021 tiene como objetivo la construcción de un corredor verde en avenida Honorio Pueyrredón entre Gaona y Neuquén.

La misma se convirtió en una verdadera disputa con los vecinos del barrio que se opusieron desde un comienzo a las obras y en los últimos siete meses, la Justicia la paralizó a pedido de las agrupaciones vecinales del lugar.  Como todos sabemos, los tribunales porteños siempre consiguen fallar a favor de Larreta, una especie de justicia a la carta en favor de los proyectos políticos del Poder Ejecutivo. El sistema republicano en CABA, bien gracias.

Pero antes de esto, el gobierno porteño tuvo que ir a la Legislatura porteña para modificar y aprobar una nueva ley que autorizara los cambios que se van a realizar con esta obra. Queda claro que al iniciarse la obra, esta era absolutamente ilegal.

Pero estamos en la Ciudad de Buenos Aires, donde el sistema democrático está en shock porque el Poder Legislativo, gracias a un sistema de alianzas, tiene mayoría absoluta. Sólo Juan Manuel de Rosas tuvo semejante poder en esta ciudad y fue gracias a una ley especial que Larreta no necesitó.

Ahora sí, podrán avanzar con la construcción de lo que denominan un Parque Lineal que no es más que la supresión de los ocho carriles en dirección al sur entre la avenida Díaz Vélez y la calle Neuquén para reducir la circulación de vehículos y supuestamente aumentar el espacio público para los peatones.

El atropello del gobierno de la Ciudad incluyó desestimar a través de la justicia una nueva audiencia pública. Si bien esta instancia de participación ciudadana no es vinculante, es el único espacio donde los vecinos pueden manifestar libremente sus posturas ante los diferentes proyectos.

Las agrupaciones vecinales sostienen que, además de "destruir" la tradicional avenida, la obra generará un caos de tránsito similar al ocasionado con el Metrobus en el barrio de La Paternal. Donde la reducción de la avenida provoca, en horarios pico, embotellamiento de automóviles.

Los vecinos hasta el momento vienen solicitando la construcción de un verdadero parque público en las más de 15 hectáreas del playón ferroviario ubicado junto al club Ferrocarril Oeste. Pero,  el GCBA puso toda su estructura política al servicio de una obra que sólo sumaría 0,95 hectáreas de superficie verde.

La pregunta es muy sencilla. ¿Que intereses hay detrás de esta obra para sostenerla caprichosamente en contra de la opinión de los propios vecinos?