No se esperaba que Glenn Close perdiera su trofeo como mejor actriz por “La esposa” frente a Olivia Colman por “La favorita”, ni que Regina King por “If Beale Street Could Talk desplazara en el rubro mejor actriz de reparto a “Amy Adams” por “Vice” o Emma Stone por “La favorita”.

Por todo lo ya ganado en las competencias locales el premio al mejor actor debería haber sido para Christian Bale por “Vice” pero finalmente le ganó Rami Malek por “Bohemian Rhapsody”.

Pero, sin duda, lo más inesperado de la noche fue que “Green Book “ contra todo pronóstico (en especial de la crítica argentina), se llevará el Oscar a la mejor película.

Pero más allá de los resultados la 91° ceremonia de entrega de los Oscar’s deja muchas dudas que generan un análisis más profundo.

Si bien la explicación oficial es que por segunda vez en sus 91 ediciones (la primera fue en 1989) el Oscar no tuvo conductor para lograr hace la emisión en solamente tres horas como pedía la señal que lo emitió al mundo, lo cierto es que la falta de animador generó la ausencia de los habituales inicios con editoriales irónicas sobre la realidad y la producción de Hollywood.

En toda la emisión (la más aburrida que se recuerda) no hubo un sólo ganador o alguna estrella convocada para la entrega de la codiciada estatuilla que mencionara la construcción del muro, la marcha de los pueblos latinoamericanos, y por supuesto la anunciada invasión a Venezuela.

Con las únicas excepciones de Javier Barden al entregarle uno de los premios a Cuarón: o”No hay fronteras ni muros que puedan restringir el ingenio o el talento” o el diálogo entre Barbara Streisand y Spike Lee sobre la esclavitud.

Tampoco se vió ni en la sala ni a cargo de las entregas a personajes capaces de rebeldias como Susan Sarandon, George Clooney, Brad Pitt, Sean Penn, Jack Nicholson, Anjelina Jolie , Steven Spíelberg, Robert de Niro, Salma Haieck y hasta la mismísima Merryl Streep. No los invitaron por miedo a enfurecer a la Casa Blanca?

Finalmente lo que considero un total bochorno por un lado y una enorme tristeza por otro. por lo menos toda la emisión latinoamericana de TNT fue un absoluto lobby para “Roma”.

Desde los conductores en la alfombra roja hasta todos los cortes que incluyeron clips de “los cuarones” fans del director mejicano con remeras alusivas y el conductor en off de la ceremonia que ineditamente en el cierre lamentó que hubiera ganado una película “afable” como “Green Book”.

Creo que a ningún espectador conocedor de estos negocios no le habrá quedado ninguna duda de la notable inversión que habrá realizado Netflix en esta emisión. Por lo menos en la que TNT se encargó de llevar a los hispanoparlantes.

Pero sin duda lo peor de la noche fue que el silencio en que se mantuvo Alfonso Cuarón con respecto al muro que separa a millones de familias mejicanas que han sido divididas, expulsadas a su país.

Para el final lo mejor de la noche: Lady Gaga y Bradley Cooper cantando “Shallow “ en el Escenario. La mejor escena de amor que nos ha dado el cine en los últimos tiempos y la esperanza que Hollywood vuelva a los grandes guiones como “Vice” o “Nace una estrella” que uno desnuda la mentira de la Invasión a Iraq y otro el negocio detrás del espectáculo que también con mentiras puede cobrarse vidas inocentes.

Por Nora Lafon para En Orsai

HASTA ACÁ LLEGUÉ
Oscar Martínez dijo que Argentina se volvió “un país tóxico” y que se quiere ir a vivir afuerahttps://t.co/d03DWSmgBe pic.twitter.com/buunIqjdt5

— En Orsai (@EnOrsai) 2 de febrero de 2019