La fuerza, que depende de la ministra Patricia Bullrich, busca desbaratar las pericias realizadas por expertos y plantar nuevas hipótesis que demuestran que a Nisman lo mataron. El informe de Gendarmería asegura que el fiscal murió a las 3 y no entre las 8 y el mediodía del domingo, como se estableció, además dicen haber encontrado Ketamina, sustancia que no apareció en exámenes toxicológicos anteriores.
Sábado 19 de agosto de 2017 | 19:51
La Gendarmería Nacional –fuerza al mando de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich– salió a embarrar la cancha y plantó nuevas pericias sobre la muerte de Alberto Nisman.
El objetivo es contradecir todos los estudios anteriores e instalar que al fiscal lo mató un comando venezolano-iraní-kirchnerista, según dictaminó anteriormente la gran candidata de Rodríguez Larreta, Elisa Carrió.
Antes de que la Gendarmería empezara con la reedición de esas pericias, Clarín anunció que el trabajo iba determinar que al fiscal lo mataron. Ahora que los estudios empezaron a avanzar, los primeros resultados muestran que todo va en esa dirección, derecho a desbaratar las conclusiones a las que habían llegado antes los expertos designados por la Corte Suprema, que aseguraban no hallar elementos para afirmar que se trató de un homicidio.
Leopoldo Moreau se adelantó esta semana y denunció un “pacto mafioso entre la ministra Bullrich y Gendarmería mediante el cual la fuerza realizaría las pruebas que ayudarían a “comprobar” el asesinato del polémico fiscal y a cambio recibiría protección -por ejemplo- para encubrir la desaparición de Santiago Maldonado.
El primer paso del plan, encabezado por el fiscal Eduardo Taiano y el juez Julián Ercolini, fue ese: poner a la Gendarmería a descartar todo lo anterior.
La novedad es que ayer los peritos determinaron que Nisman falleció a las 3 de la madrugada del domingo 18 de enero de 2015. Esa afirmación favorece a Diego Lagomarsino, porque descarta que la muerte se haya producido cuando estuvo en el departamento de Nisman el sábado 17 a la tarde-noche . Tal vez por eso sus peritos aceptaron fijar esa hora. Pero eso contradice los análisis previos, que hablaban de un rango entre las 8 y el mediodía y también choca con un dato que aparecía en la pericia informática inicial: que hubo actividad en la computadora del fiscal a las 7 de la mañana de aquel domingo.
El siguiente paso del plan será dibujar que la apertura de la computadora de Nisman no la hizo el fiscal, que supuestamente ya estaba muerto, sino que se produjo en forma remota y que fue parte del complot con participación K.
Desde que la causa pasó al territorio político-judicial-mediático de Cambiemos, con sede en Comodoro Py, todas las medidas y decisiones parecen ir acomodándose en dirección a la teoría siempre alentada por su exmujer, la jueza Sandra Arroyo Salgado, y útil para el actual Gobierno, que a Nisman lo mataron, justo cuatro días después de denunciar por presunto encubrimiento de los iraníes acusados del atentado a la AMIA, a la ex presidenta Cristina Kirchner y al ex canciller Héctor Timerman. La autopsia y los primeros estudios periciales, en su mayoría a cargo de profesionales prestigiosos designados por la Corte Suprema, decían que no había elementos que permitieran sostener la hipótesis del homicidio. Los únicos especialistas que se pronunciaron en contra de esa posición fueron los de Arroyo Salgado.
Lo que genera polémica es las 3 AM como horario de muerte. Esto haría imposible que Nisman haya operado su computadora a las 7 de la mañana. Según la nueva pericia, a esa hora ya estaba muerto. Por lo tanto, lo que se viene es que una organización, que supuestamente mató a Nisman, le operó la computadora en forma remota y lo hizo para tapar el crimen. La realidad es que a esa hora del 18 de enero, desde las 7 en adelante, Nisman entró a leer PáginaI12, Clarín, La Nación y Perfil, consultó su casilla de mails de Yahoo, buscó en Google la palabra “psicodelia”, entró dos veces a ver las fotos de una modelo con la que había estado y leyó en Infobae un posteo de Claudio María Domínguez sobre el regreso de la muerte. Según verificó Página12 en su servidor, efectivamente se produjo el ingreso del fiscal desde su dirección IP.
Otro punto que también va a hacer ruido y que podría ser utilizado por la querella para fogonear su teoría, es que en un nuevo análisis toxicológico que culminó la semana pasada, apareció una droga que antes no se había detectado: se sabía que el fiscal había consumido una bebida alcohólica y clonazempam. Ahora se agregó una sustancia muy conocida en el ambiente de la noche: la ketamina. En primer lugar, llama la atención que no haya aparecido en el estudio toxicológico hecho anteriormente. Los peritos dicen que algunos aparatos utilizados podrían no tener en su “biblioteca” todas las estructuras químicas posibles.
Leopoldo Moreau se adelantó esta semana y denunció un “pacto mafioso entre la ministra Bullrich y Gendarmería
Pero además se producirá una controversia. Los especialistas dicen que la ketamina se puede usar como anestésico, sobre todo en combinación con el clonazempam. Algunos incluso afirman que produce un efecto hipnótico. Sin embargo, los especialistas también sostienen, y es público, que produce euforia, alucinaciones y cierta disociación de la realidad. Por eso la usan en fiestas electrónicas. En línea con las necesidades políticas del gobierno y la urgencia por acusar al kirchnerismo, se intentará meter en la causa que a Nisman lo durmieron y que por eso no opuso resistencia ante supuestos asesinos. Los datos concretos, en cambio, son que el fiscal era un hombre de la noche y frecuentaba boliches en los que la ketamina es habitual. Además no puede descartarse que la usara para darse valor antes de quitarse la vida y que consultara la página sobre psicodelia, asociada a ese fármaco.
Fuente: https://portaldenoticias.com.ar
OTRO ESCÁNDALO
— En Orsai (@EnOrsai) 18 de agosto de 2017
El macrismo se cargó un juez con una polémica maniobra en la Magistratura https://t.co/15UUwlm5Uh pic.twitter.com/xdZX4VZRrZ