Carlos Suaya, el presidente de Banghó, la empresa más afectada por la eliminación de aranceles a la importación de notebooks y tablet dijo que “Es falso que sólo ensamblamos”. En medio de despidos en el sector y amenza de cierres de fábricas un caso de éxito que pasa al fracaso por una decisión administrativa del Gobierno Nacional.
mundoempresarial // Domingo 27 de noviembre de 2016 | 13:36
Apartir de marzo del año que viene, una serie de productos de informática dejarán de pagar aranceles para su venta en la Argentina. Pero la decisión del Gobierno significa el acta de defunción de una serie de compañías que se dedican específicamente a este segmento. Es el caso de Bangho, que posee mil empleados en dos fábricas, una en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y otra en Vicente López, provincia de Buenos Aires.
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El presidente de la firma reconoció que en dos meses ya dejan de producir: "Nos parece bien que abran la economía, porque la importación ayuda a contener los precios internos. Pero cuando se pone un arancel cero con un país como China, directamente desaparecemos. Es verdad que somos caros -reconoce- pero tiene que con el costo privado y también con el peso de los impuestos. En estas condiciones es imposible invertir y organizarnos".
“No quisimos fabricar en Tierra del Fuego porque nos parecía inviable. Pero se ve que nos equivocamos, porque a ellos no los tocan”
"Es obvio -continuó- que con arancel no tenemos ninguna chance. Es estúpido pensar que podés fabricar algo en el país. Nosotros éramos importadores y hace cuatro años nos pusimos a producir. Primero ensamblábamos pero con el tiempo fuimos agregando mucho valor y capacitación. Hoy vendemos un producto de muy buena calidad, mienten los que dicen que no es así. Simplemente el cliente lo hubiese rechazado".
-¿Por qué piensa que el gobierno se metió específicamente con este sector y no con otros, al eliminar el arancel?
– En su momento decidimos no instalarnos en Tierra del Fuego, porque consideramos que ése era un esquema inviable. Pero nos equivocamos. Es evidente que hay muchos intereses en juego y no se quieren meter con esa industria. Ellos reciben subsidios por $36.000 millones por año, pero igual se ve que no se pueden meter. Nosotros somos el eslabón más débil, pero hay varias empresas que fabrican notebooks y tablets que se van a ver afectadas. Además, la realidad es que no hay demanda para la mano de obra que se queda sin trabajo. En una economía con este nivel de inflación, déficit y pobreza de 32%, tomar una medida extrema de estas características es una muy mala señal para los industriales.
Bangho al borde del cierre: "Con arancel 0% de importación nos fundimos"#BuenDomingo
— Mundo Empresarial (@EmpresarialARG) 27 de noviembre de 2016
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“En una economía con este nivel de inflación, déficit y pobreza de 32%, tomar una medida extrema de estas características es una muy mala señal para los industriales”
-¿Cuáles fueron las instancias de diálogo con el gobierno?
-En febrero nos juntamos con el ministro de la Producción, Francisco "Pancho" Cabrera, para empezar a hablar de un plan de adecuación. Incluso nosotros ofrecimos incorporar con mucho esfuerzo productos al programa de Precios Claros para hacerlos más accesibles. Sin embargo, nunca llegamos a avanzar y nos sorprendieron con la eliminación de los aranceles.
Suaya deja una reflexión amarga sobre el cierre: "Nosotros no somos cortesanos, no pedimos prebendas ni subsidios. Somos empresarios y asumimos enormes riesgos, aunque algunos digan lo contrario. Ahora en dos meses dejamos de producir, porque ya no tiene sentido. De última volveremos a importar, como hacíamos al principio. Esto tendría que haber sido gradual, darnos alguna posibilidad de competir y no barrer con un serrucho todo lo que se construyó".
#Jeños
— En Orsai (@EnOrsai) 25 de noviembre de 2016
Debut del acuerdo antidespidos: más de 30 despidos en Rosariohttps://t.co/1hdoSw68Yt pic.twitter.com/cKdAaJljTr