NO ACLARES, DEJÁ

Candidato macrista justifica haber trabajado para la dictadura: "Era recién casado"

El candidato macrista para la intendencia de Mar del Plata, Carlos Arroyo, reconocido por su xenofobia, ataques a la prensa y reivindicación de los carapintadas, salió a aclarar su pasado ligado a la dictadura: “Necesitaba trabajar porque era recién casado".

Candidato macrista justifica haber trabajado para la dictadura:

Andrés Brown - En Orsai // Miercoles 21 de octubre de 2015 | 16:56

Necesitaba trabajar porque era recién casado y no tenía otro recurso. Y necesitaba trabajar y no era fácil en esa época, porque había una inflación tremenda

Por si le faltaba algo al candidato a intendente de Cambiemos, Carlos Arroyo, era dar una insólita explicación sobre su vínculo con la última dictadura cívico-militar.

En una entrevista brindada al portal marplatense “0223”, el aspirante comunal por el macrismo señaló: “Necesitaba trabajar porque era recién casado y no tenía otro recurso. Y necesitaba trabajar y no era fácil en esa época, porque había una inflación tremenda, porque había muchos abogados, porque ganábamos muy poco. Yo no era de una familia tradicional de abogados, no vine al estudio de papá, que no era ni abogado, ni escribano, había muerto. Tenía que trabajar y ése era un trabajo”.

El candidato marplatense por el macrismo viene cosechando repudios desde hace años a causa de su condición de ex funcionario municipal de la dictadura cívico militar, sus reivindicaciones al nazismo y por su pertenencia a los partidos de los carapintadas Mohamed Alí Seineldín, Aldo Rico y del genocida Luis Abelardo Patti.

Días atrás Arroyo había intentado negar su actuación como funcionario del gobierno militar, lo que fue desmentido por Madres de Plaza de Mayo, organismos de derechos humanos y sindicatos, que exhibieron documentación que demuestra que en aquellos tiempos, además de haber ejercido cargos políticos, había actuado como interventor de la sociedad marplatense de taxistas.

También fue denunciado ante el Inadi por la comunidad boliviana luego de que en una entrevista televisiva vinculara a los ciudadanos de esa nacionalidad con la inseguridad y afirmara que traspasan las fronteras para “sembrar coca”.

En el pasado el ahora candidato ya había sido denunciado por la DAIA por reivindicar al nazismo, algo que parece confirmarse en el presente dado que entre sus seguidores figuran grupos procesados por la Justicia Federal por proclamar esa ideología mediante actos de violencia.

Ahora, las declaraciones de Arroyo implican una novedad. Porque a la fecha se había limitado a decir "no me jodan más", cuando le preguntaban sobre su vínculo con el llamado Proceso.

Lo increíble es que no sólo admitió ese pasado, sino que casi se mostró orgulloso por su performance. Ante la repregunta sobre su condición de funcionario de Mario Russak, interventor de la Dictadura, sostuvo que se dedicó a apreciaciones técnicas. “Para mí eso era un sueldo. No tenía donde caerme muerto. Acepté el trabajo y lo demostré: si usted estudia la historia, el transporte en esa época aumentó un 40% su recorrido. Yo llevé el colectivo a las Brusquitas, al barrio San Carlos, a Constitución”, dijo el candidato y actual concejal.

Arroyo y su entorno también fue repudiados por el Sindicato de Prensa de Mar del Plata por aprietes contra periodistas que le formularon preguntas “incómodas” y por la reacción de uno de sus seguidores, el concejal José Reinaldo Cano, quien calificó de “pendeja de mierda” a la conductora de un programa de radio que lo consultó sobre los motivos de la ausencia de su jefe político. Es que desde el PRO, ante los crecientes escándalos protagonizados por Arroyo, buscaron correrlo de la campaña y desligarlo de la figura de Mauricio Macri.

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