"El golpe militar del domingo en Bolivia puso en marcha un gobierno que -parece- revertirá una decisión del renunciado presidente Evo Morales de cancelar un acuerdo con una empresa alemana para desarrollar depósitos de litio en el país latinoamericano para baterías como las de los autos eléctricos.
Por Sergio Villone // Miercoles 13 de noviembre de 2019 | 11:49
"El litio de Bolivia pertenece al pueblo boliviano", tuiteó el colaborador de Washington Monthly, David Atkins. "No a las corporaciones multinacionales".
El golpe de Estado, que el domingo provocó que Morales renunciara y se exiliara en México, fue el resultado de días de protestas de elementos de derecha enojados con el gobierno izquierdista de Evo. La senadora Jeanine Áñez, del partido de centro derecha Unidad Democrática, es actualmente la presidenta autoproclamada en el inestable gobierno posterior al golpe.
La medida de Morales el 4 de noviembre para cancelar el acuerdo de diciembre de 2018 con ACI Systems Alemania (ACISA) se produjo después de semanas de protestas de los residentes del área de Potosí. La región tiene del 50% al 70% de las reservas mundiales de litio en las salinas del Salar de Uyuni.
Entre otros clientes, ACISA proporciona baterías a Tesla. Las acciones de Tesla subieron el lunes después del fin de semana.
Como señaló Bloomberg News en 2018, el litio ha hecho que Bolivia sea increíblemente importante en la próxima década: "Se espera que la demanda de litio aumente más del doble para 2025. El mineral blando y ligero se extrae principalmente en Australia, Chile y Argentina. Bolivia tiene un montón: 9 millones de toneladas que nunca se han extraído comercialmente, la segunda cantidad más grande del mundo, pero hasta ahora no ha habido una forma práctica de extraerlo y venderlo".
La cancelación del acuerdo con ACISA por parte de Morales abrió la puerta a una renegociación con términos que brinden más beneficios a la población del área o la nacionalización directa de la industria boliviana de extracción de litio.
Como informó Telesur en junio, el gobierno de Morales anunció en ese momento que estaba "decidido a industrializar Bolivia y ha invertido grandes cantidades para garantizar que el litio se procese dentro del país para exportarlo sólo en forma de valor agregado, como en baterías".
No está claro cuáles son los próximos pasos para la industria en una Bolivia posterior al golpe, según la firma de análisis de inteligencia global Stratfor: "A largo plazo, la continua incertidumbre política dificultará que Bolivia aumente su producción de metales estratégicos como el litio o desarrolle un sector de valor agregado en el mercado de baterías. El pobre clima de inversión llega en un momento de expansión de oportunidades globales en la producción de baterías de iones de litio para satisfacer la creciente demanda de la fabricación de vehículos eléctricos".
ACISA le dijo a la emisora alemana DW la semana pasada que la compañía estaba "segura de que nuestro proyecto de litio se reanudará después de una fase de calma política y aclaración".
El domingo, Morales “renunció”.
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