El Gobierno argentino celebra la desaceleración de la inflación, pero tras el telón se despliega una serie de decisiones económicas arriesgadas. Desde la desregulación de tasas hasta la caída del dólar paralelo, la situación es más compleja de lo que parece. Un análisis crítico de Integración SES revela los hilos que podrían desencadenar una crisis.
Miercoles 13 de marzo de 2024 | 16:29
La reciente noticia de una inflación de febrero del 13,2% ha llenado de optimismo al Gobierno argentino, que ve en ello la continuación de una tendencia decreciente. Sin embargo, tras la cortina de datos positivos se esconde una serie de decisiones económicas que podrían tener consecuencias explosivas.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA), en un movimiento arriesgado, ha desregulado las tasas mínimas de plazos fijos, permitiendo un juego peligroso con el dólar. Aunque el dólar oficial ha subido un considerable 135,9% desde diciembre de 2023, el dólar CCL, que llegó a tocar los $1500, ha caído por debajo de los $1000.
???? El martes 12-3 se conoció que la inflación de febrero fue del 13,2%. El Gobierno se ilusiona con continuar una senda decreciente (en diciembre fue 25,5% y en enero, 20,5%). Paralelamente, el BCRA desreguló las tasas mínimas de plazos fijos. Abrimos ???????? pic.twitter.com/KMyueIPgKg
— IntegraciónSES (@IntegracionSES) March 13, 2024
Este desplome del dólar paralelo se atribuye al programa monetarista extremo implementado por Milei-Caputo, que ha incentivado el "carry trade". La estrategia consiste en atraer capitales con dólares, vender las divisas, colocar los pesos a interés, vender nuevamente y llevarse más divisas. Una práctica que, según Integración SES, no es nueva y fue aplicada por Caputo durante su gestión con Macri.
La combinación de inflación elevada, un dólar caro y tasas de interés por encima del ritmo de devaluación ha provocado un "planchazo" en la actividad económica. Aunque el BCRA ha logrado recomponer reservas, el costo ha sido una disminución de importaciones y el estímulo para que se repatríen dólares al país.
La crítica de Integración SES se enfoca en la insostenibilidad a largo plazo de este esquema. El "atraso cambiario", donde los precios suben mientras el dólar se mantiene constante, crea desincentivos para los exportadores y presiones para los importadores. Los inversores que participan en el "carry trade" comienzan a cuestionar la viabilidad del esquema, anticipando una posible crisis.
El BCRA, consciente de la tardanza en la baja de la inflación, ha comenzado a desmantelar el "carry trade" liberando tasas de interés de plazos fijos. Sin embargo, este proceso llevará tiempo, ya que primero deben vencerse los plazos fijos existentes. Integración SES advierte sobre los posibles efectos explosivos que podrían desencadenarse cuando estos plazos venzan y no se renueven.
La crítica a la gestión se intensifica con la afirmación de los monetaristas, respaldada por Integración SES, de que para evitar la inflación basta con mantener constante la cantidad de dinero. El Gobierno, en su afán por contener la emisión de pesos, ha recortado gastos, incluso violando leyes como en el caso del FONID y los repartos de la coparticipación.
En conclusión, la ilusión de una inflación a la baja choca con la realidad de decisiones económicas arriesgadas. La situación económica argentina se asemeja a un tablero de ajedrez donde cada movimiento puede desencadenar una reacción en cadena, y la incertidumbre crece mientras se observa la convergencia de factores que podrían llevar a una bomba financiera.
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— En Orsai (@EnOrsai) March 13, 2024
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