Durante una entrevista televisiva, la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, desató una polémica al referirse a supuestas amenazas terroristas en países de la región, lo que generó fuertes quejas por parte de Bolivia y Chile. Esta situación evidencia una falta de protocolo diplomático y un desacierto en la comunicación internacional por parte del gobierno argentino.

Las declaraciones de Bullrich fueron rápidamente cuestionadas desde Chile, donde el presidente Gabriel Boric enfatizó la necesidad de abordar este tipo de temas a través de canales diplomáticos formales, en lugar de recurrir a la prensa. La situación se resolvió con un pedido de disculpas por parte de Argentina, aunque el malestar en la región persiste.

Además, la cancelación de la participación argentina en un importante foro de Naciones Unidas y la CEPAL en Chile revela una falta de coherencia y compromiso por parte del gobierno argentino en temas de desarrollo sostenible y lucha contra la pobreza. La renuncia de funcionarios diplomáticos argentinos a participar en este encuentro demuestra una postura negacionista respecto a la agenda global sobre cambio climático y otros desafíos internacionales.

Estos episodios reflejan una preocupante tendencia hacia la improvisación y la falta de profesionalismo en la política exterior argentina, lo que pone en riesgo las relaciones con países vecinos y la participación del país en instancias internacionales clave para su desarrollo y proyección global.