Ezequiel Adamovsky

Clase media Argentina: antiperonismo, libertad y defensa de vicentin

Ezequiel Adamovsky. Él es doctor en Historia por el University College London (UCL); se desempeña como profesor en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). Es autor, entre otros libros, de Historia de la clase media argentina. Apogeo y decadencia de una ilusión, 1919-2003 (Planeta, Buenos Aires, 2009). (Por Eduardo Castilla @castillaeduardo)

Clase media Argentina: antiperonismo, libertad y defensa de vicentin

laizquierdadiario.com // Lunes 29 de junio de 2020 | 14:04

LID: En el final de Historia de la clase media argentina planteás la cuestión del componente antiplebeyo que históricamente marcó la identidad de clase media. ¿Cómo opera hoy esa identidad? ¿Qué explica hoy la identificación entre sectores de las clases medias urbanas y los reclamos del llamado campo?

Ezequiel Adamovsky: La identidad de clase media cristalizó en la década de 1940 como parte de la reacción de rechazo que generó el peronismo. Fue una identidad fuertemente antiplebeya no sólo porque buscaba distinguirse del bajo pueblo, sino también porque rechazaba su presencia amenazante e incluso su derecho a existir. Se puso en juego entonces una jerarquía étnico-racial implícita: la identidad de clase media se apoyaba sobre los discursos que proponían que la Argentina era un país blanco y europeo. Narrativas personales y familiares se combinaron con las narrativas maestras de la nación: la Argentina de los “abuelos inmigrantes” era la Argentina “civilizada”, trabajadora, racional, decente, que se ganaba al pan por su propio esfuerzo. Todo lo contrario de lo que era el bajo pueblo, según esas narrativas: un conjunto moralmente inferior, de “negros” incapaces para el progreso, que vivían de la asistencia estatal.

Esa dicotomía sigue operando hoy. Está algo debilitada –hoy una parte importante de los sectores medios es peronista y rechaza esas visiones– pero sigue operando. Se reactivó con mucha fuerza en 2008 con el lock out de las patronales rurales. Ahí se vio con mucha fuerza la sintonía política que se podía armar entre los intereses agroganaderos –que rechazan el “estatismo” porque detestan las retenciones– y el antiperonismo más genérico de quienes no tienen nada que ver con el campo, pero se articulan con cualquiera que pueda oponerse a un gobierno peronista.

LID: ¿Cómo opera la idea de la clase media como "garante de la libertad"?

Ezequiel Adamovsky: El sujeto de clase media se imagina a sí mismo autónomo y racional, por oposición al pueblo peronista, dependiente, emocional y manipulable. Desde 1945 se autoasigna el rol de defensor de la libertad. Toda la retórica que marcó el ascenso del macrismo estuvo organizada como una épica de lucha de “la República” contra “el populismo” que, básicamente, retomaba los motivos del antiperonismo histórico, cuyo núcleo de ideas retomaba, a su vez, los del individualismo de la tradición liberal. Por eso siempre digo que el antiperonismo es una de las avenidas que habilita el tránsito que hemos visto tanto en los últimos años, del “progresismo” a las posturas más francamente derechistas.

LID: La clase media que se moviliza contra la expropiación de Vicentin ¿Cómo se conformó ese bloque social y cultural que hoy se moviliza en "defensa de la propiedad"?

Ezequiel Adamovsky: Hay algo que ya vimos en 2008, que es la alianza campo-sectores medios urbanos que habilita el antiperonismo. Pero esta vez hay algo nuevo: no salieron en defensa de “el campo”, encarnado en ese simpático chacarero que encontraron entonces en Alfredo de Angeli, sino en defensa de una gran empresa en quiebra manchada por maniobras de fraude y corrupción. Que haya gente que se moviliza en defensa de “la propiedad” y que imagine una amenaza comunista es un elemento nuevo y preocupante. Es un delirio que sólo se explica por los efectos culturales de “la grieta” y por el éxito que viene teniendo en su prédica la derecha más extrema. Es un fenómeno que vemos en EEUU y en otros países de la región.

LID: Por último, ¿cómo ves hoy al gobierno luego del retroceso discursivo en relación a la expropiación? Vos tuiteaste hace unos días que era una "Victoria cultural de la extrema derecha delirante". ¿Cuánto fortalece eso al bloque encarnado por empresarios y clases medias?

Ezequiel Adamovsky: El Gobierno anunció la expropiación y de inmediato planteó un retroceso. Veremos qué hacen. Pero desde ya el Jefe de gabinete convalidó los términos del debate que planteó la extrema derecha, cuando salió a explicar que no se proponían erigir una “dictadura comunista”. Ya estar discutiendo en ese plano de irrealidad es una victoria de la derecha. Pretenden correr el eje político de modo tal que el arco de lo posible se limite al espacio de va de la derecha a la extrema derecha y que todo lo demás sea considerado “el comunismo”. En países como EEUU y Brasil ya tuvieron éxito. Es muy preocupante.

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