En el Día del orgullo gay la Municipalidad colocó en Parque Sarmiento los colores del arco iris en el mástil como apoyo a la comunidad, pero un grupo de patoteros homofóbicos quiso sacarla y discutió con la policía y otros vecinos.
eldoce.tv // Domingo 28 de junio de 2020 | 09:48
La insólita discusión por la bandera LGTB fue captada por los celulares de los que estaban allí.
Un insólito episodio sucedió este sábado por la tarde en el Parque Sarmiento, cuando dos hombres intentaron sacar la bandera LGTB que estaba elevada en el mastil de ingreso a la avenida del Dante.
La insignia fue izada este viernes por el propio Martín Llaryora, que en el marco del Día del Orgullo LGTB expresó su apoyo a la comunidad. "Es un orgullo para mí estar hoy aquí trabajando en conjunto y elevando la bandera de la diversidad", dice el intendente en el video institucional subido a las redes de la Municipalidad.
Sin embargo, esto pareció no importarle a estas dos personas que llegaron y bajaron la bandera bajo expresiones homofóbicas, argumentando que se estaba faltando a la ley: "Vengo en nombre de mi familia, de mis hijos y de mis nietos a restituir la bandera nacional argentina porque constitucionalmente corresponde que en los mástiles públicos debe flamear", dijo ante la policía.
"Esa bandera es incompatible con cualquier banderola o bandera que no esté reconocida por el Estado Nacional", siguió, ante la escucha de algunas personas que se comenzaron a agrupar y a protestar en contra de lo que el señor decía, sin tener barbijo colocado.
Ante esto, los oficiales que se encontraban allí explicaron que la bandera había sido colocada de manera oficial: "No es ninguna agresión, lo puso el intendente, la institución".
"Es un delito contra un monumento público, se considera delito, pero eso usted no lo sabe", expresó una mujer.
Ante esto, uno de los hombres intentó conseguir inútilmente el apoyo de la gente que estaba mirando lo que sucedía: "A ver los ciudadanos argentinos, ¿están de acuerdo en que saquemos esta bandera?", preguntó a los gritos, a lo que la totalidad de la gente respondió con fervor diciendo que no.
Finalmente, la policía logró contener la discusión y, ante el aplauso de los presentes, los jóvenes volvieron a izar la bandera, que quedará por unos días en reemplazo de la insignia nacional.