El gobernador de Jujuy pasó de pertenecer a la mesa chica de Macri a alinearse con el nuevo presidente y ser una pieza clave para destrabar la postura intransigente de los legisladores de Cambiemos que no permitían el avance de la Ley de Emergencia Económica.
Foto modificada
elpaisdigital.com.ar // Sábado 21 de diciembre de 2019 | 21:57
Hasta hace menos de dos meses Gerardo Morales era uno de los gobernadores más identificados con Mauricio Macri. Sin embargo, esos tiempos parecen haber quedado muy lejos, ahora el mandatario jujeño es el opositor que más se acerca a Alberto Fernández.
Luego de la contundente derrota del macrismo en los comicios del 27 de octubre de 2019, desde la Casa de Gobierno de Jujuy comenzaron un sutil operativo para alinearse políticamente con el nuevo presidente de la nación.
Hasta esta semana, los intentos habían sido esquivos. El día que Morales solicitó una reunión con Alberto Fernández y fue recibido por Máximo Kirchner, el anhelo del radicalismo jujeño de acercarse al Ejecutivo nacional pareció resquebrajarse.
Pero el gobernador, insistente, logró encontrarse con el jefe de Estado, siendo protagonista de una reunión que congregó a los tres mandatarios de extracción radical en el país.
Luego fue, junto a Sergio Uñac de San Juan, vocero para anunciar la suspensión del consenso fiscal que había diseñado la gestión Macri para desahogar de presión tributaria al sector privado y que Fernández decidió descartar.
Quiero agradecer a los gobernadores radicales @GerardoMorales, @rodysuarez y @gustavovaldesok por aportar sinceridad al debate político.
— Alberto Fernández (@alferdez) December 18, 2019
Nuestra sociedad nos reclama seriedad y diálogo para resolver los problemas. Debemos estar a la altura.
Finalmente, Morales fue el operador político fundamental para flexibilizar la postura intransigente de los legisladores de Juntos por el Cambio, que se negaban a dar quórum para posibilitar el avance de la ley de solidaridad y reactivación productiva, primera medida del presidente para enfrentar la crisis económica del país.
Morales salió rápidamente a declarar a través de twitter y en los principales medios de comunicación del país que su propio bloque estaba teniendo una actitud “antidemocrática” y destrabó la situación.
Nuestro interbloque de legisladores evalúa el proyecto de Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva ingresado, que tiene capítulos positivos, otros para analizar, aunque ya anticipamos que no se acompañarán superpoderes. pic.twitter.com/2JLTZ5a2pT
— Gerardo Morales (@GerardoMorales) December 17, 2019
La oposición debe dar quórum, no comparto lo resuelto ayer por el Interbloque de Juntos por el Cambio.
— Gerardo Morales (@GerardoMorales) December 18, 2019
El Gobierno debería acceder a debatir y modificar algunos artículos.
La grieta se cierra con actitudes concretas y con diálogo.
Tantos gestos finalmente fueron correspondidos por el presidente. A través de la misma red social, hubo devolución de gentilezas. Pero una afirmación de mucho más peso específico tuvo lugar durante la tarde del miércoles 18 de diciembre.
Durante su participación en la cena de la Asociación de Empresarios Argentinos (AEA), que reúne a los empresarios más importantes del país, Fernández mencionó la posibilidad de visitar Jujuy para promover el desarrollo de una fábrica de baterías de litio. Lo hizo en su fan de persuadir a los dueños del poder económico en el país de que hay oportunidades de desarrollo en todo el país.
La postura del presidente fue celebrada por todo el oficialismo en Jujuy. Morales tiene motivos para justificar sus intentos infructuosos por construir una relación con Alberto Fernández.