Las pruebas de la operación montada por la diva de la televisión, el presidente Mauricio Macri y los medios adictos al gobierno para ridiculizar a Cristina Kirchner en el tramo final de la campaña de cara a octubre. Mensajes de texto y audios reveladores prueban cabalmente la mentira de Susana y su insistencia por entrevistar a la exjefa de Estado.
Domingo 03 de septiembre de 2017 | 21:23
En tiempos electorales las operaciones de prensa se configuran como la herramienta más utilizada por Cambiemos y su aparato mediático, con la salvedad que ahora se suman personajes populares para impactar más fuertemente en la sociedad y a pocas semanas de las legislativas de octubre.
Tal es el caso de la diva, multimillonaria y confesa simpatizante del macrismo, Susana Giménez. La exchica Shock hace tiempo que quiere entrevistar a la expresidenta Cristina Kirchner, sin éxito claro está. Durante su gestión como jefa de Estado, las entrevistas que brindó fueron contadas, pero Susana Giménez insistió en reiteradas oportunidades con concretar el encuentro. Tanta fue la insistencia -según pudo saber PDN- que durante 2015 llegó a manifestar que “quizá cuando deje la presidencia podamos tener una entrevista con Cristina”.
Sin embargo, hace algunos días volvieron a correr trascendidos de una posible entrevista de Susana a Cristina. Desde el entorno de la expresidenta no confirmaron ninguna decisión al respecto y se empezó a desgranar lo que apuntaba a ser una nueva operación orientada a ridiculizar a la candidata a senadora por Unidad Ciudadana.
Fuentes consultadas por este medio revelaron la trama detrás del pretendido reportaje y la realidad no sería tal como se difundió. Luego de una investigación, PDN tuvo acceso a mensajes de texto enviados por el productor de ciclo que se emite los domingos a la noche.
Federico Levrino -hijo del querido y recordado actor, Claudio Levrino- habría sido el encargado de llevar adelante los detalles de la entrevista que quería hacer Susana con Cristina, y que lejos de sus desmentidas por twitter donde afirmó que “estaría en contra de sus principios”, lo que en realidad habría operado fue la mano del presidente Mauricio Macri quien de ninguna manera aceptaba la aparición de CFK en un ciclo de tanta audiencia, el riesgo que la expresidenta entre en la casa de la mano de Susana y que atraviese la entrevista sin mayores escándalos ponía en peligro la elección de Cambiemos. Por eso ordenó un cambio de 180 grados y mandó a sus tres mosqueteras, María Eugenia Vidal, Elisa Carrió y Graciela Ocaña, a cerrar la campaña de las PASO en el living de la septuagenaria rubia.
Este medio supo que el nombrado productor habría quedado desautorizado para seguir avanzando en las negociaciones para llevar a la ex presidenta a la pantalla de Telefé.
Cuando parecía que el plan estaba sepultado, Jorge Rial hace circular nuevamente la versión de la posible entrevista y aunque parecía apenas una jugada solo para atraer más puntos de rating, el rumor escaló tan fuerte que inundó las redes sociales y no faltaron figuras de la talla de Marcelo Tinelli opinando sobre el tema. Clarín, La Nación, Infobae y Perfil, medios adictos al gobierno, también lo reflejaron en su ediciones on line, dejando entrever que la noticia era veraz.
Portal de Noticias logró conseguir en exclusiva el mensaje de Whatsapp que envió el productor de Giménez al entorno de Cristina, y los audios posteriores al polémico tweet de la diva donde se puede constatar de manera certera que el pedido vino de parte de la producción de Susana, y no al revés como se pretendió vender a la opinión pública.
EL MENSAJE DE TEXTO DEL PRODUCTOR DE SUSANA
AUDIOS- FEDERICO LEVRINO SOBRE SUSANA GIMÉNEZ
Lo que parecía una operación en una dirección termina siendo información fidedigna y vuelve a mostrar la avidez de los medios por tener a la figura política más importante e influyente de los últimos tiempos, más aún cuando el escrutinio definitivo configuró como la vencedora en la provincia de Buenos Aires allanado el camino hacia el Congreso Nacional, donde se espera un protagonismo indiscutido que el oficialismo mira con preocupación