En diciembre de 2001 Argentina explotó un sistema económico que había dejado afuera a la mayoría de los argentinos. Muertos, violencia y hambre. Seis meses antes, la tapa de Clarín celebraba el megacanje y la oferta de los mercados.

"Ofertaron canjear deuda por 32mil millones de dólares", decía la tapa de Clarín que en la bajada agregaba: "Los cálculos previos hablaban de 20 mil millones. Por eso, Cavallo dijo que la operación es un récord y un éxito".

Hoy, la tapa de Clarín luce muy similar: "Los mercados ofrecen al país U$S 67.000 millones y es récord".

En la edición de hoy, el matutino admite que el macrismo financiará el déficit con parte del dinero que se consiga en la colocación de bonos. La mayoría tendrá como destino los bolsillos de Paul Singer.

En un contexto de creciente desempleo, alta inflación y conflictividad social, el macrismo elige el endeudamiento, como en 2001. La recuperación prometida para el segundo semestre es hoy una utopía, para colmo de males, el FMI ya adelantó que Argentina deberá tomar medidas antipáticas.

Habrá que esperar a las elecciones de medio término para ver si el impacto que se observa hoy en el bolsillo, se traduce en voto castigo.