
Los empleados esperan en la calle la notificación que los deja sin trabajo. Muchos de ellos denuncian persecución política por parte del macrismo, que apunta a dar de baja a la Ley de Medios, en un guiño al Grupo Clarín y los multimedios más poderosos.
Cientos de personas esperan por su continuidad laboral.
Martes 05 de enero de 2016 | 11:30
Por las calles del microcentro suele ser un paisaje natural: hombres y mujeres en fila aguardando que alguien los atienda para pagar algún trámite. Sin embargo, esta vez la extensa hilera que rodea a la calle Suipacha al 700 sorprendió a los cientos de trabajadores que hoy por la mañana intentaron, como cada día, cumplir su función laboral.
En la puerta de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual los esperaba un policía y un funcionario de la nueva gestión, que responde al flamante interventor, Agustín Garzón.
“Hacemos fila en la calle para ingresar sólo con invitación denigrante”, denuncia por las redes sociales Danilo Setten, como tantos otros trabajadores.
Ahora, la condición para ingresar al organismo es figurar en una lista confeccionada con criterios que hasta el momento se desconocen. Ya hay quienes denuncian que detrás de los despidos masivos lo que se esconde es una persecución ideológica, en referencia a aquellos empleados que voluntariamente aportan un porcentaje menor de su sueldo para Nuevo Encuentro y que, “casualmente”, son quienes encabezan el inventario.
Lo concreto es que el Estado se achica, muchísimas familias quedarán en las calles, y el interés por consolidar la democratización de las voces no forma parte de las políticas del macrismo.