La imputación en su contra es la de "partícipe necesario del delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública" en el marco del Megacanje. El funcionario había sido procesado en 2013 y la corte ratificó su estado procesal
Redacción Enorsai // Domingo 27 de diciembre de 2015 | 20:20
La Corte Suprema de Justicia ratificó el procesamiento del presidente del Banco Central puesto por el presidente Mauricio Macri, Federico Adolfo Sturzenegger en la causa por delitos económicos en el denominado Megacanje.
La imputación es la de "partícipe necesario del delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública". La misma que había resuelto el juez federal de primera instancia Sebastián Ramos a fines de diciembre de 2013 y que fue revocada por la Sala Segunda de la Cámara Federal en junio de 2014.
La decisión del juez Ramos incluía un "embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de cinco millones de pesos".
En tanto los camaristas Horacio Cattani, Eduardo Farah y Martín Irurzun de la cámara federal dispusieron en la revocatoria del fallo inicial, el sobreseimiento de Sturzenegger, así como de Carlos Federico Molina, Guillermo Eduardo Mondino, Jacobo Julio Dreizzen, Norberto Mauricio López Isnardi, Horacio Tomás Liendo, Ernesto Alberto Marcer y Jorge Amadeo Baldrich.
Ese fallo fue apelado por el fiscal general Germán Moldes, uno de los impulsores de la insólita Marcha de los Paraguas, en la que miles de personas impulsadas por funcionarios judiciales (muchos de ellos encargados de impartir justicia) reclamaron justicia ante la muerte del ex titular de la UFI AMIA, Alberto Nisman.
Moldes escribió en su apelación que “en la causa hay un frondoso caudal probatorio, que demuestra con solvencia que tras una decisión de política económica del Estado, hubo una maniobra de funcionarios públicos que en nombre del Estado, favorecieron a sus amistades". Además advirtió que de confirmarse los sobreseimientos "quedarían desvinculados varios funcionarios públicos responsables de esa maniobra delictiva".
El 29 de abril pasado, la Sala Tercera de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Liliana Catucci, Eduardo Riggi y Ana María Figueroa, anuló los sobreseimientos. Catucci sostuvo que las resoluciones judiciales "deben estar fundadas y esa garantía constitucional no fue observada en el frágil pronunciamiento atacado de desincriminación que adolece pues de una correcta evaluación". El sobreseimiento, entonces, fue "prematuro, y sin los fundamentos necesarios para llegar a ese tipo de conclusión", decía el documento.
Algunos de los imputados –Liendo y Molina- llevaron el caso hasta la Corte Suprema. Y el máximo tribunal, en una resolución firmada el 15 de diciembre por los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, desestimó la apelación. "El recurso extraordinario, cuya denegación originó esta queja, no se dirige contra una sentencia definitiva o equiparable a tal. Por ello, se desestima la queja."
El fallo deja firme la decisión de la Cámara de Casación, que anuló los sobreseimientos y dispuso "remitir las actuaciones a su origen, previo paso por la Sala Segunda de la Cámara Federal, para que tome nota de lo decidido, a fin de que se continúe, sin demoras, con la sustanciación del proceso".
Así, hoy está vigente el fallo del juez de primera instancia, aquel que dispuso los procesamientos y los millonarios embargos.
DE QUÉ SE TRATÓ
El Megacanje de bonos de la deuda pública de 2001 fue una operación financiera que el entonces flamante ministro de Economía Domingo Cavallo llevó al presidente Fernando de la Rúa. La operación, planeada por el amigo del ministro David Mulford, ex secretario del Tesoro norteamericano y vicepresidente del Credit Suisse First Boston, implicó para la Argentina un aumento de la deuda externa y para los siete bancos que participaron una ganancia de 150 millones de dólares en comisiones (20 de ellos, para Mulford).
En el juicio no se hurgó sobre la medida político-económica definida por el gobierno de la Alianza (un canje de 37 tipos de bonos cuyos vencimientos, por el momento del país, eran imposibles de cumplir por parte del Estado), sino por el supuesto beneficio –las comisiones– que en aquella colocación obtuvieron los bancos que intervinieron.
La investigación busca conocer la responsabilidad que tuvieron ex funcionarios, entre ellos Sturzenegger (ex secretario de Política Económica), en esa operación que le costó millones al Estado y le rindió también millonarias ganancias a los bancos. Sturzenegger está procesado como presunto "partícipe necesario del delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública".
Fuente: Tiempo Argentino