La diputada, alineada con los medios de comunicación opositores y la corporación judicial, intentará aportar “nuevos elementos” que buscarían reinstalar la sospecha de encubrimiento del atentado a la AMIA.
Redacción En Orsai // Jueves 23 de abril de 2015 | 12:58
Se trata de una jugada que apunta a la utilización de lo que por estos días adelantaron algunos paladines de Magnetto: un dudoso resquicio técnico según el cual la desestimación de una denuncia por inexistencia de delito no hace “cosa juzgada” sobre el fondo del asunto.
La oposición observa con pánico el crecimiento de la imagen de Cristina Fernández de Kirchner. La sospecha de una nueva derrota electoral a manos del Frente Para la Victoria coloca al antikirchnerismo en su trinchera, desde la cual lanza operaciones para minar la aceptación popular que posee la figura de la Presidenta de la Nación. Si no se puede en las urnas, se podrá en la justicia, sueñan.
Esta idea sufrió un duro revés en varias instancias judiciales; la denuncia de Alberto Nisman, punta de lanza de la embestida opositora, se desmoronó por su propio peso y su desestimación no fue la maniobra de un “fiscal K”, como se buscó instalar. Primero Servini de Cubría, luego Lijo y finalmente Daniel Rafecas en primera instancia, como la Cámara Federal y luego el fiscal de Casación, Javier De Luca, coincidieron en varios puntos a la hora de echar por tierra una “denuncia” que a los dos días ya había sido desmentida por las máximas autoridades de Interpol.
Con las manos vacías, Elisa Carrió volverá a sacrificarse por el ultra-antikirchnerismo y prestará su ya desprestigiada figura a una nueva operación contra la Presidenta. El 4 de mayo “Lilita” se presentará ante la fiscal que investiga la muerte de Alberto Nisman, Viviana Fein y allí intentará aportar “pruebas” del supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA. Todo indica que insistirá en el culebrón de alta conspiración que incluye uranio enriquecido, a la República Islámica de Irán y las relaciones bilaterales de Argentina con Venezuela. Quizás, como apuntó otro editorialista, también incluyan la presencia de adiestramiento cubano en esta saga, aunque el pronto viaje del Papa a Cuba y el acercamiento de Barack Obama quizás los lleve a desestimar esa participación.
Luego, la diputada, aliada con los medios que buscarán sostener la operación, podría solicitar a Fein en su declaración testimonial que extraiga fragmentos y los remita a sorteo de la Cámara Federal para que un nuevo juez y fiscal vuelvan sobre las remanidas acusaciones que ya se probaron falsas en distintas instancias de la justicia.
El Grupo Clarín comenzó a colocar los cimientos para la maniobra y uno de sus periodistas, Nelson Castro, aseguró en varias oportunidades que la desestimación de una denuncia por ausencia de delito no constituye “cosa juzgada”.
La maniobra está a la vista y restan días para que los medios, a instancias de Carrió, titulen que “nuevas pruebas” reabren la causa por encubrimiento que inició Alberto Nisman. La corporación judicial podría hacer lugar a la maniobra para sostener la operación contra Cristina Fernández de Kirchner que se muestra como la única salvación para una oposición que se ve, otra vez, derrotada en las urnas.