La escasez de buenas performances de sus candidatos, que ya tuvo un primer episodio en Salta (con la derrota del candidato massista-macrista, Juan Carlos Romero) y el descenso abrupto en las encuestas ha llevado al tigrense a pergeñar un plan que no sólo consistiría en subirse al carro de los triunfadores en caso de que Schiaretti se imponga el 5 de julio sino también ofrecerle a cambio a De la Sota acompañarlo en la fórmula presidencial como su vice.

Las versiones de este posible acuerdo se intensificaron, especialmente en el delasotismo, a partir de la reunión que compartieron ambos pre candidatos presidenciales en Buenos Aire el lunes, antes de llegar juntos a la cena anual del CIPPEC, levantando rumores ya no sólo de realizar juntos una interna (cada vez más lejana) sino más bien un acuerdo que beneficie al cordobés.

El año pasado había habido un intento de acercamiento, pero De la Sota rompió, enojado, acusando a Massa de ser sólo un ”pibe canchero”, lo que dejó al diputado nacional sin ningún tipo de estructura en Córdoba. Apenas si logró sumar un tibio apoyo de la ex esposa de De la Sota, Olga Riutort, que en verdad está enfocada en lograr ser intendenta de la capital, por fuera del PJ, antes que trabajar por la candidatura del bonaerense.

La campaña de De la Sota se vio resentida este año por las inundaciones que se produjeron luego del temporal de mediados de febrero que ocuparon al gobernador y lo pusieron como blanco de críticas de los ciudadanos cordobeses afectados por las mismas, mientras que los especialistas lo culpaban de permitir el desmonte y no invertir en infraestructura básica.

Recién anoche, pudo retomar su campaña, a partir de la presentación en Buenos Aires de su libro Quiero y puedo, donde reparte críticas para sus competidores presidenciales y la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, mientras promete a los argentinos rebajarles un 30% los impuestos, como hizo en 1998, en Córdoba, cuando llegó a la gobernación. Dicha medida causó un grave desequilibrio en las cuentas públicas, lo que lo obligó a crear nuevas cargas que De la Sota decidió sacar de la órbita de los dineros coparticipables con lo municipios.

En el teatro Astros, de la porteña calle Corrientes, De la Sota fue acompañado por una gran presencia de dirigentes massistas, entre ellos Francisco de Narváez, Felipe Solá y Jesús Cariglino. “Puede haber un acuerdo para ir a una interna con Massa o por qué no, para decidir la fórmula”, dijo a este diario un importante operador delasotista. De Narváez especuló en el mismo sentido: “Hasta el 20 de junio (día de presentación de listas), todo es posible”, publica hoy el diario del Grupo Clarín, La Voz del Interior.

El posible pacto entre De la Sota y Massa tiene otro antecedente: semanas atrás, cuando el gobernador tentó al candidato kirchnerista a la gobernación, Eduardo Accastello, para participar de la interna del PJ, Schiaretti se enojó y amenazó irse con Massa. Finalmente, el ex gobernador se salió con la suya (ser el candidato peronista sin interna), pero tuvo que entregarle a De la Sota la lista de legisladores provinciales (los delasotistas ocuparían 13 de los 21 lugares).