El analista internacional Modesto Guerrero consideró que la oposición argentina, coordinada por el Departamento de Estado de Estados Unidos, trabaja para desestabilizar el país a partir del caso de la muerte del fiscal Alberto Nisman, al que describió como “un cadáver que le tiraron a la Casa Rosada”.
Por Sergio Villone // Martes 24 de febrero de 2015 | 09:45
El periodista y militante social analizó que ese accionar opositor se funda en dos factores: “Uno, la inestable posición geopolítica de Estados Unidos con Irán y el norte de Asia, donde domina el secreto de pactos entre Washington y Teherán, con la mediación de Rusia y China como gendarmes intermedios de la seguridad regional de esa zona del mundo. El gobierno argentino ha quedado atrapado en ese juego perverso global. Por eso usan un protocolo de tipo diplomático, como el firmado por Cristina, a falta de recursos más sensatos”.
“La segunda cosa es que le tiran a Casa Rosada el cadáver de Nisman, porque saben que el gobierno no está en su mejor momento político, ni al interior ni al exterior del kirchnerismo. Vive una tendencia a la crisis de identidad. Nisman se convierte en un factor desequilibrante. No tengo duda que lo mataron fuerzas combinadas de la ex Side con
En este marco, Guerrero aseveró que “Nisman era informante, “buchón” oficioso de
El ex diputado venezolano, radicado en Argentina, afirmó que “ahora la derecha está en mejor posición para atacar, debido a varias razones. Primero, EEUU sorteó su más profunda crisis interna financiera y no vimos aparecer un movimiento social de protesta masiva en EE.UU, como el de España o Grecia. Segundo, hace cuatro o cinco años comenzó una caída en los precios de las materias primas de las que viven los gobiernos progresistas”.
En tercer lugar, Guerrero no quiso dejar de marcar errores e indecisiones en esos mismos gobierno progresistas de la región: “La corrupción convertida en sistema del poder es uno de los errores, pero también la incapacidad que han tenido, y tienen, de completar la tarea que iniciaron: ninguno lleva su distanciamiento de EE.UU hasta el punto de la independencia completa. Sólo Venezuela y Bolivia, más Ecuador, avanzaron bastante, pero el resto se quedó a medio camino, o mucho menos y comenzaron a ser víctimas de su irresolución política, de sus modelos de pacto con un sector del poder anterior compuesto por una parte de las corporaciones viejas y las nuevas”.
“En el caso Nisman, el gobierno es víctima de sí mismo: Stiuso no es un acto aislado o casual, es el síntoma de la “enfermedad”. La enfermedad se llama modelo político. No puede ser una conspiración que Massa, Redrado, Prat Gay, Cobos, Alberto Fernández, Tumini, Bonasso, Scioli, entre otros, jueguen todos contra el gobierno, habiendo sido parte del gobierno. Stiuso es apenas una expresión criminal de ese modelo, cuyo error es suponer que se puede engañar a tus enemigos, que son tontos, que se puede gobernar en paz pactando con ellos. Se puede, pero el costo es muy alto y no le sirve a la gente común”, se lamentó.