El primer ministro griego se dirigió a la población y llamó a un referéndum ante las presiones que ese país recibe de parte de organismos internacionales y ante un eventual cese de pagos.
Sergio Villone // Sábado 27 de junio de 2015 | 19:00
La Troika (integrada por el Eurogrupo, el Banco Europeo y el FMI) extorsiona al gobierno de Syriza en Grecia para que traicione lo prometido al electorado griego y continúe con las recetas de “austeridad” que han dejado al país heleno en una situación desesperante.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció en la madrugada de hoy la celebración de un referéndum para que el pueblo decida sobre las condiciones que las potencias europeas le quieren imponer a su país.
La Troika quiere que Grecia extienda el plazo del segundo “rescate” a cambio de recibir unos 15.500 millones de euros que le permitiesen hacer frente a sus obligaciones financieras con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo y llevar a cabo ajustes en el sector público y en las jubilaciones.
Grecia intenta reestructurar una deuda de más de 240.000 millones de euros. Si no hay acuerdo, Atenas podría entrar en suspensión de pagos al no poder hacer frente a un desembolso de 1.600 millones de euros al FMI (Fondo Monetario Internacional).
El gobierno griego rechazó ayer viernes la prórroga de cinco meses ofrecida al considerar que exige adoptar “nuevas medidas que provocarían una fuerte recesión” como condición para lograr una financiación “completamente insuficiente”. “El pueblo debe decidir sin chantajes. El referéndum tendrá lugar el 5 de julio”, declaró Tsipras en un discurso por cadena nacional.
Ante esta decisión de Tsipras, este sábado, los ministros de Finanzas de la eurozona habrían decidido no renovar el programa de extensión de rescate para Grecia, según señala la agencia internacional de noticias AP.
Al anunciar el referéndum, Tsipras dejó en claro cuál es la posición de su gobierno:
“Compatriotas míos: Durante los últimos seis meses este gobierno ha estado luchando en condiciones de asfixia económica sin precedentes para cumplir lo prometido. Nuestra promesa consistía en negociar con nuestros socios europeos el fin de la austeridad y el retorno de la justicia social a nuestro país.
El mandato que nos diste tenía como fin lograr un acuerdo que respetase la democracia, los valores europeos y que acabase definitivamente con esta crisis económica.
Durante este periodo de negociaciones nos pidieron adoptar medidas de gobiernos anteriores, gobiernos que habían sido condenados en las elecciones. Nunca, ni por un momento, contemplamos rendirnos. Eso hubiese sido traicionar su confianza. Tras cinco meses de negociaciones, nuestros socios europeos nos presentaron un ultimátum. Un ultimátum que contraviene los principios y valores de Europa.
Las medidas de las instituciones contemplaban la desregulación del mercado laboral, recortes en las pensiones, recortes en salarios públicos, incremento del IVA en alimentos.
Estas propuestas violan las reglas europeas y los derechos fundamentales del trabajo, la igualdad y la dignidad. El objetivo de algunos de nuestros socios no era más que la humillación de todo el pueblo griego.
[…]
Compatriotas: Tenemos una responsabilidad histórica para dignificar la democracia y nuestra soberanía.
Es una responsabilidad con el futuro de nuestro país. Y esta responsabilidad nos lleva a responder al ultimátum según la voluntad del pueblo griego.
[…]
Compatriotas: Ante esta austeridad descarnada y autocrática debemos responder con democracia, compostura y decisión.
Grecia, la cuna de la democracia, debe enviar un mensaje fuerte y democrático a Europa y a la comunidad internacional.
Me comprometo a respetar el resultado democrático de este referéndum, sea cual sea el resultado.
Estoy seguro que su elección honrará la historia de nuestro país y enviará un mensaje de dignidad al mundo entero.
En estas horas cruciales, debemos recordar que Europa es la casa común de sus gentes. En Europa no hay dueños ni esclavos.
Grecia es una parte indispensable de Europa y Europa una parte indispensable de Grecia. Pero Grecia sin democracia es una Europa sin dignidad ni dirección.
Los llamo a tomar una decisión a la altura de nuestra dignidad. Por nosotros, por las generaciones futuras, por la historia de Grecia. Por la soberanía y la dignidad de nuestro pueblo”.